Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Capernaúm, los que cobraban el impuesto del Templo se acercaron a Pedro y preguntaron: —¿Su maestro no paga el impuesto del Templo?
Todos los mayores de veinte años que fueron censados llegaron a un total de seiscientos tres mil quinientos cincuenta, y cada uno de ellos dio un becá, es decir, medio siclo, según el peso oficial del santuario.
Cuando Pilato vio que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, pidió agua y se lavó las manos delante de la gente. —Soy inocente de la muerte de este hombre —dijo—. ¡Allá ustedes!
Jesús entró en el Templo y echó de allí a todos los que compraban y vendían. Volcó las mesas de los que cambiaban dinero y los puestos de los que vendían palomas.
El total del oro dado como ofrenda mecida y empleado en toda la obra del santuario era de veintinueve talentos y setecientos treinta siclos, según el peso oficial del santuario.
«Si alguien comete una falta y peca involuntariamente contra lo que ha sido consagrado al Señor, llevará al Señor un carnero sin defecto como sacrificio por la culpa. Su precio será tasado en siclos de plata, según el peso oficial del santuario. Es un sacrificio por la culpa.
se aplicará el siguiente cálculo: »”Por los varones de veinte a sesenta años se pagarán cincuenta siclos de plata, según el peso oficial del santuario.
Para la ofrenda de cereal presentó un plato de plata y un tazón de plata, llenos de harina refinada amasada con aceite. Según el peso oficial del santuario, el plato pesaba ciento treinta siclos y el tazón pesaba setenta siclos.
Las doce bandejas de oro llenas de incienso pesaban diez siclos cada una, según el peso oficial del santuario. El peso total de las bandejas de oro era ciento veinte siclos.
Un día Joás ordenó a los sacerdotes: «Recojan todo el dinero que cada persona traiga al Templo del Señor como ofrenda sagrada, incluso el impuesto del censo, el dinero de promesas personales y todas las ofrendas voluntarias.
El rescate tendrá lugar cuando el primogénito tenga un mes de edad. El precio del rescate será de cinco siclos de plata, según el peso oficial del santuario, que son veinte guerás.