Cada año Aarón hará un sacrificio y pedirá perdón por el pecado a lo largo de todas las generaciones. Lo hará poniendo la sangre de la ofrenda del perdón sobre los cuernos del altar. Este altar estará completamente consagrado al Señor».
«Cuando hagas el censo y cuentes a los israelitas, cada uno deberá pagar al Señor rescate por su vida, para que no le sobrevenga ninguna plaga durante el censo.
La plata entregada por los miembros de la comunidad contados en el censo llegó a cien talentos, y mil setecientos setenta y cinco siclos, según el peso oficial del santuario.
«Hagan un censo de toda la comunidad israelita por sus familias patriarcales. Enlisten a los varones mayores de veinte años, que sean aptos para la guerra en Israel».