El remanente de Jacob será, entre las naciones, en medio de muchos pueblos, como un león entre los animales del bosque, como un leoncillo entre las ovejas del rebaño, que al pasar las pisotea y las desgarra sin que nadie pueda rescatarlas.
Así dice el Señor: «Como un pastor rescata de la boca del león solo dos huesos de las patas o un pedazo de oreja, así serán rescatados los israelitas que viven en Samaria con un pedazo de una cama y la pata de un diván.
Entonces exclamé: «¡No, mi Señor y Dios! ¡Yo jamás me he contaminado con nada! Desde mi niñez y hasta el día de hoy, jamás he comido carne de ningún animal que se haya encontrado muerto o que haya sido despedazado por las fieras. ¡Por mi boca no ha entrado ningún tipo de carne impura!».
»Si alguien pide prestado un animal de algún amigo suyo, y el animal sufre algún daño o muere, no estando presente su dueño, el que lo pidió prestado deberá restituirlo.