Hermanos, no hablen mal unos de otros. Si alguien habla mal de su hermano o lo juzga, habla mal de la Ley y la juzga. Y si juzgas la Ley, ya no eres cumplidor de la Ley, sino su juez.
para los inmorales y los que practican la homosexualidad, para los traficantes de esclavos, los mentirosos y los que juran con falsedad. En fin, la Ley es para todo lo que está en contra de la sana doctrina
—Y nosotros, ¿qué debemos hacer? —preguntaron unos soldados. Y les dijo: —No extorsionen a nadie ni hagan denuncias falsas; más bien confórmense con lo que les pagan.