Éxodo 19:10

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

y el Señor dijo: —Ve y consagra al pueblo hoy y mañana. Diles que laven sus ropas

Referencias Cruzadas

Hebreos 10:22

Acerquémonos, pues, a Dios con corazón sincero y con la plena seguridad que da la fe, interiormente purificados de una conciencia culpable y los cuerpos lavados con agua pura.

Levítico 11:25

»Todo el que recoja alguno de esos cadáveres deberá lavarse la ropa, y quedará impuro hasta el anochecer.

Génesis 35:2

Entonces Jacob dijo a su familia y a quienes lo acompañaban: «Desháganse de todos los dioses extraños que tengan con ustedes, purifíquense y cámbiense de ropa.

1 Corintios 6:11

Y eso eran algunos de ustedes. Pero ya han sido lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

Números 8:21

los cuales se purificaron y lavaron sus vestidos. Aarón los presentó ante el Señor como ofrenda mecida y pidió perdón por el pecado de ellos para purificarlos.

Levítico 15:5

Todo el que toque la cama del afectado por el flujo deberá lavarse la ropa y bañarse, y quedará impuro hasta el anochecer.

Josué 3:5

Josué ordenó al pueblo: «Conságrense, porque mañana el Señor va a realizar grandes prodigios entre ustedes».

Números 8:7

Para purificarlos, rocíales agua purificadora y haz que se afeiten todo el cuerpo y se laven los vestidos. Así quedarán purificados.

Apocalipsis 7:14

—Eso tú lo sabes, mi señor —respondí. Él me dijo: —Aquellos son los que están saliendo de la gran tribulación; han lavado y blanqueado sus túnicas en la sangre del Cordero.

Josué 7:13

»¡Levántate! ¡Consagra al pueblo! Diles que se consagren para presentarse ante mí mañana y que yo, el Señor, Dios de Israel, declaro: “¡Lo que ordené destruir continúa en medio de ti, Israel! No podrás hacer frente a tus enemigos hasta que hayas destruido esas cosas.

2 Crónicas 29:5

y les dijo: «¡Levitas, escúchenme! Conságrense ustedes y consagren también el Templo del Señor, Dios de sus antepasados, y saquen las cosas profanas que hay en el santuario.

Números 31:24

Al séptimo día, lavarán ustedes sus vestidos y quedarán purificados. Entonces podrán reintegrarse al campamento».

Job 1:5

Una vez terminado el ciclo de los banquetes, Job se aseguraba de que sus hijos se purificaran delante de Dios. Muy de mañana ofrecía un holocausto por cada uno de ellos, pues pensaba: «Tal vez mis hijos hayan pecado y maldecido en sus corazones a Dios». Para Job esta era una costumbre cotidiana.

2 Crónicas 29:34

Pero como los sacerdotes eran pocos y no podían desollar todos los animales para el holocausto, sus parientes levitas tuvieron que ayudarlos para terminar el trabajo, a fin de que los otros sacerdotes pudieran consagrarse, pues los levitas habían sido más diligentes en consagrarse que los sacerdotes.

1 Samuel 16:5

—Claro que sí. He venido a ofrecerle al Señor un sacrificio. Conságrense y vengan conmigo para tomar parte en él. Entonces Samuel consagró a Isaí y a sus hijos, y los invitó al sacrificio.

Apocalipsis 22:14

»Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad.

Números 11:18

»Al pueblo solo le dirás lo siguiente: “Conságrense para mañana, pues van a comer carne. Ustedes lloraron ante el Señor y le dijeron: ¡Quién nos diera carne! ¡En Egipto la pasábamos mejor! Pues bien, el Señor les dará carne y tendrán que comérsela.

Números 19:19

El hombre ritualmente puro rociará a la persona impura los días tercero y séptimo. Al séptimo día, purificará a la persona impura, la cual lavará sus vestidos y se bañará. Así quedará purificada al anochecer.

2 Samuel 19:24

También Mefiboset, el nieto de Saúl, salió a recibir al rey. No se había lavado los pies ni la ropa, ni se había recortado el bigote, desde el día en que el rey tuvo que irse hasta que regresó sano y salvo.

Números 31:23

y todo lo que resista el fuego deberá ser pasado por el fuego para purificarse, pero también deberá limpiarse con las aguas de la purificación. Todo lo que no resista el fuego deberá pasar por las aguas de la purificación.