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Referencias Cruzadas

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Éxodo 15:25

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Moisés clamó al Señor y él le mostró un pedazo de madera, el cual echó Moisés al agua y al instante el agua se volvió dulce. En ese lugar el Señor los puso a prueba y les dio una regla como norma de conducta.

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26 Referencias Cruzadas  

Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, para humillarte y ponerte a prueba. Así llegaría a conocer lo que había en tu corazón y vería si cumplirías o no sus mandamientos.

Tú, oh Dios, nos has puesto a prueba; nos has purificado como a la plata.

Las siguientes naciones son las que el Señor dejó a salvo para poner a prueba a todos los israelitas que no habían participado en ninguna de las guerras de Canaán.

Allí los dejó el Señor para poner a prueba a los israelitas, a ver si obedecían sus mandamientos, que él había dado a sus antepasados por medio de Moisés.

Las usaré para poner a prueba a Israel y ver si guarda mi camino y anda por él, como lo hicieron sus antepasados».

En el desierto te alimentó con maná, comida que jamás conocieron tus antepasados. Así te humilló y te puso a prueba, para que a fin de cuentas te fuera bien.

Entonces el Señor dijo a Moisés: «Voy a hacer que llueva pan del cielo. El pueblo deberá salir todos los días a recoger su ración diaria. Voy a ponerlos a prueba, para ver si cumplen o no mis instrucciones.

Eliseo fue al manantial y al arrojar allí la sal, exclamó: —Así dice el Señor: “¡Yo purifico esta agua para que nunca más cause muerte ni esterilidad!”.

Me explico: El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios.

Por eso, así dice el Señor de los Ejércitos: «Voy a refinarlos, a ponerlos a prueba. ¿Qué más puedo hacer con mi pueblo?

En el crisol se prueba la plata y en el horno se prueba el oro, pero los corazones los prueba el Señor.

Él me invocará y yo le responderé; estaré con él en momentos de angustia, lo libraré y lo llenaré de honores.

Invócame en el día de la angustia; yo te libraré y tú me honrarás».

Entonces Eliseo ordenó: —Tráiganme harina. Después de echar la harina en la olla, dijo: —Sírvanle a la gente para que coma. Y ya no hubo nada en la olla que les hiciera daño.

El faraón iba acercándose. Cuando los israelitas se fijaron y vieron a los egipcios pisándoles los talones, sintieron mucho miedo y clamaron al Señor.

Moisés y Aarón se contaban entre sus sacerdotes, y Samuel, entre los que invocaron su nombre. Invocaron al Señor y él respondió;

En tu angustia me llamaste y te libré; oculto en el trueno te respondí; en las aguas de Meribá te puse a prueba. Selah

no prestes atención a las palabras de ese profeta o soñador. El Señor tu Dios te estará probando para saber si lo amas con todo el corazón y con toda el alma.

Clamó entonces Moisés al Señor y dijo: —¿Qué voy a hacer con este pueblo? ¡Solo falta que me maten a pedradas!

El Señor me dijo: «Aunque Moisés y Samuel se presentaran ante mí, no tendría compasión de este pueblo. ¡Échalos de mi presencia! ¡Que se vayan!

—No tengan miedo —les respondió Moisés—. Dios ha venido a ponerlos a prueba, para que sientan temor de él y no pequen.

—¿Dónde cayó? —preguntó el hombre de Dios. Cuando se le indicó el lugar, Eliseo cortó un palo, lo echó allí e hizo que el hacha saliera a flote.

y, al llegar, vi una gran cantidad de árboles a cada lado del torrente.

Allí me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la región oriental, descienden hasta el Arabá y van a dar al mar Muerto. Cuando desembocan en ese mar, las aguas se vuelven dulces.




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