Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Éxodo 10:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

El Señor dijo a Moisés: «Ve a hablar con el faraón. En realidad, soy yo quien ha endurecido el corazón del faraón y sus funcionarios, para realizar entre ellos mis señales milagrosas.

Ver Capítulo Copiar

19 Referencias Cruzadas  

El Señor había advertido a Moisés: «Cuando vuelvas a Egipto, asegúrate de hacer ante el faraón todos los prodigios que te he dado el poder de realizar. Yo, por mi parte, endureceré su corazón para que no deje ir al pueblo.

Porque la Escritura le dice al faraón: «Te he levantado precisamente para mostrar en ti mi poder y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra».

Entonces manifestaré mi poder y heriré de muerte a los egipcios con todas las maravillas que realizaré entre ellos. Después de eso el faraón los dejará ir.

Dios es un juez justo, un Dios que cada día manifiesta su enojo.

¡Ay de nosotros! ¿Quién nos va a librar de las manos de dioses tan poderosos, que en el desierto hirieron a los egipcios con toda clase de plagas?

Entonces el faraón mandó llamar a Moisés y a Aarón para decirles: —Esta vez reconozco mi pecado. El Señor ha actuado con justicia, mientras yo y también mi pueblo hemos actuado mal.

Pero te he dejado con vida precisamente para mostrarte mi poder y para que mi nombre sea proclamado por toda la tierra.

él no les hará caso. Entonces descargaré mi poder sobre Egipto; ¡con grandes actos de justicia sacaré de allí a los escuadrones de mi pueblo, los israelitas!

«Les ha cegado los ojos y endurecido el corazón, para que no vean con los ojos ni entiendan con el corazón ni se arrepientan; y yo los sane».

Así que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla y endurece a quien él quiere endurecer.

Pero el Señor endureció el corazón del faraón y, tal como el Señor se lo había advertido a Moisés, no quiso el faraón saber nada de Moisés ni de Aarón.

porque el Señor endureció el corazón de los enemigos para que entablaran guerra con Israel. Así serían exterminados sin compasión alguna, como el Señor había ordenado a Moisés.

Pero el Señor endureció el corazón del faraón y este no dejó que los israelitas se fueran.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios