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Referencias Cruzadas

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Ester 6:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Amán acababa de entrar en el patio exterior del palacio para pedirle al rey que colgara a Mardoqueo en la horca que había mandado levantar para él. Así que el rey preguntó: —¿Quién anda en el patio?

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12 Referencias Cruzadas  

Su esposa Zeres y todos sus amigos le dijeron: —Haz que se coloque una horca de cincuenta codos de altura, y por la mañana pídele al rey que cuelgue en ella a Mardoqueo. Así podrás ir contento al banquete con el rey. La sugerencia agradó a Amán y mandó que se colocara la horca.

«Todos los servidores del rey y el pueblo de las provincias del reino saben que para cualquier hombre o mujer que, sin ser invitado por el rey, se acerque a él en el patio interior, hay una sola ley: la pena de muerte. La única excepción es que el rey, extendiendo su cetro de oro, le perdone la vida. En cuanto a mí, hace ya treinta días que el rey no me ha pedido presentarme ante él».

El que está en el trono de los cielos se ríe; el Señor se burla de ellos.

Al tercer día, Ester se puso sus vestiduras reales y fue a pararse en el patio interior del palacio, frente a la sala del rey. El rey estaba sentado allí en su trono real, frente a la puerta de entrada.

Y todo lo que te venga a la mano, hazlo con todo empeño; porque en los dominios de la muerte, adonde te diriges, no hay trabajo ni planes ni conocimiento ni sabiduría.

Él los libra de la muerte y en épocas de hambre los mantiene con vida.

Él atrapa a los sabios en su propia astucia, y desbarata los planes de los malvados.

Y Jarboná, uno de los eunucos que atendían al rey, dijo: —Hay una horca de cincuenta codos de altura, junto a la casa de Amán. Él mandó colocarla para Mardoqueo, el que intervino en favor del rey. —¡Cuélguenlo en ella! —ordenó el rey.

—¿Qué honor o reconocimiento ha recibido Mardoqueo por esto? —preguntó el rey. —No se ha hecho nada por él —respondieron sus ayudantes personales.

Sus ayudantes respondieron: —El que anda en el patio es Amán. —¡Que pase! —ordenó el rey.




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