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Referencias Cruzadas

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Ester 5:9

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Amán salió aquel día muy contento y de buen humor; pero, cuando vio a Mardoqueo en la puerta del rey y notó que no se levantaba ni temblaba ante su presencia, se llenó de ira contra él.

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19 Referencias Cruzadas  

Cuando Amán se dio cuenta de que Mardoqueo no se postraba ante él ni le rendía homenaje, se enfureció.

Cuando Herodes se dio cuenta de que los sabios se habían burlado de él, se enfureció y mandó a matar a todos los niños menores de dos años en Belén y en sus alrededores, de acuerdo con el tiempo que había averiguado de los sabios.

Reconozcan sus miserias, lloren y laméntense. Que su risa se convierta en llanto y su alegría, en tristeza.

Les aseguro que ustedes llorarán de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Se pondrán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría.

¡Ay de ustedes los que ahora están saciados, porque sabrán lo que es pasar hambre! ¡Ay de ustedes los que ahora ríen, porque sufrirán y llorarán!

Lleno de ira, Nabucodonosor los mandó llamar. Cuando los jóvenes se presentaron ante el rey,

Aun cuando un ejército me asedie, no temerá mi corazón; aun cuando una guerra estalle contra mí, yo mantendré la confianza.

que desprecia al que Dios reprueba, pero honra al que teme al Señor; al que cumple lo prometido aunque salga perjudicado;

¿Quién bajo mi techo no sació su hambre con los manjares de mi mesa?

muy breve ha sido la algarabía del malvado y la alegría del impío ha sido pasajera.

Todos los servidores de palacio asignados a la puerta del rey se postraban ante Amán, y le rendían homenaje, porque así lo había ordenado el rey. Pero Mardoqueo no se postraba ante él ni le rendía homenaje.

Mientras las vírgenes se volvían a reunir, Mardoqueo permanecía sentado a la puerta del rey.

Acab se fue a su casa deprimido y malhumorado porque Nabot, el jezrelita, le había dicho: «No puedo cederle a usted lo que heredé de mis antepasados». De modo que se acostó de cara a la pared y no quiso comer.

Al oír esto, rechinando los dientes, se enojaron mucho contra él.

No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.

Pero todo esto no significa nada para mí, mientras vea a ese judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey.

—Porque le dije a Nabot, el jezrelita, que me vendiera su viñedo o que, si lo prefería, se lo cambiaría por otro; pero él se negó.




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