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Referencias Cruzadas

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Esdras 9:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Entonces, por causa de la infidelidad cometida por los repatriados, se reunieron a mi alrededor todos los que estaban temerosos ante la palabra de Dios. Y yo seguí angustiado hasta la hora del sacrificio de la tarde.

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13 Referencias Cruzadas  

Hagamos un pacto con nuestro Dios, comprometiéndonos a expulsar a todas estas mujeres y a sus hijos, conforme al consejo que nos has dado tú, y todos los que respetan el mandamiento de Dios. ¡Que todo se haga de acuerdo con la Ley!

Fue mi mano la que hizo todas estas cosas; fue así como llegaron a existir», afirma el Señor. «Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra.

Al despuntar el día, ofrecerás un cordero y al caer la tarde, el otro.

Ríos de lágrimas brotan de mis ojos, porque tu Ley no se obedece.

‘Como te has conmovido y humillado ante Dios al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes; y como te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el Señor, lo afirmo.

Un día subían Pedro y Juan al Templo a las tres de la tarde, que es la hora de la oración.

Mientras seguía orando, Gabriel, a quien había visto en mi visión anterior, se me acercó volando rápidamente, como a la hora del sacrificio de la tarde.

y le dijo: «Recorre la ciudad de Jerusalén y coloca una señal en la frente de quienes giman y se lamenten por los actos detestables que se cometen en la ciudad».

Por lo tanto, a los tres días, en el día veinte del mes noveno, se reunieron en Jerusalén todos los hombres de Judá y de Benjamín. Todo el pueblo se sentó en la plaza del Templo de Dios, temblando por causa de ese asunto e intimidados por el aguacero que caía.

«En aquella ocasión yo, Daniel, pasé tres semanas como si estuviera de luto.

El segundo cordero lo sacrificarás al caer la tarde, junto con una ofrenda de cereales y una ofrenda líquida como las presentadas en la mañana. Es una ofrenda puesta al fuego cuyo aroma es grato al Señor.

Mientras el pueblo lloraba a la entrada de la Tienda de reunión, un israelita trajo a una madianita y, en presencia de Moisés y de toda la comunidad israelita, tuvo el descaro de presentársela a su familia.

Escuchen la palabra del Señor, ustedes que tiemblan ante su palabra: «Así dicen sus hermanos que los odian y los excluyen por causa de mi nombre: “¡Que el Señor sea glorificado, para que veamos la alegría de ustedes!”. Pero ellos serán los avergonzados.




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