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Referencias Cruzadas

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Esdras 2:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

La siguiente es la lista de la gente de la provincia, es decir, de aquellos que Nabucodonosor, rey de Babilonia, había llevado cautivos y a quienes se les permitió regresar a Jerusalén y a Judá. Cada uno volvió a su propia ciudad

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27 Referencias Cruzadas  

Además, Nabuzaradán, comandante de la guardia, deportó a la gente que quedaba en la ciudad, es decir, al resto de la muchedumbre y a los que se habían aliado con el rey de Babilonia.

Félix leyó la carta y preguntó de qué provincia era. Al enterarse de que Pablo era de Cilicia,

Y esa tierra pertenecerá al remanente del pueblo de Judá. Allí pastarán sus ovejas y al atardecer se echarán a descansar en las casas de Ascalón; porque los cuidará el Señor su Dios para restaurarlos.

Tu castigo se ha cumplido, hija de Sión; Dios no volverá a desterrarte. Pero a ti, hija de Edom, te castigará por tu maldad y pondrá al descubierto tus pecados.

Sus enemigos se volvieron sus amos; tranquilos se ven sus adversarios. El Señor la ha acongojado por causa de sus muchos pecados. Sus hijos marcharon al cautiverio, arrastrados por sus enemigos.

En aflicción y con trabajos forzados Judá marchó al exilio. Habita entre las naciones sin encontrar reposo. Todos sus perseguidores la acosan, la ponen en aprietos.

De inmediato fueron convocados los secretarios del rey. Era el día veintitrés del mes tercero, el mes de siván. Se escribió todo lo que Mardoqueo ordenó a los judíos y a los sátrapas, gobernadores y nobles de las ciento veintisiete provincias que se extendían desde la India hasta Cus. Esas órdenes se promulgaron en la escritura de cada provincia y en el idioma de cada pueblo; también en la escritura e idioma propios de los judíos.

que llevaran a su presencia a la reina, ceñida con la corona real, a fin de exhibir su belleza ante los pueblos y sus nobles, pues realmente era muy hermosa.

Todos los invitados podían beber cuanto quisieran, pues los camareros habían recibido instrucciones del rey de servir a cada uno lo que deseara.

En el tercer año de su reinado ofreció un banquete para todos sus nobles y oficiales, al que asistieron los líderes militares de Persia y Media, y también los príncipes y los nobles de las provincias.

El rey Asuero, que reinó sobre ciento veintisiete provincias que se extendían desde la India hasta Cus,

Y en el palacio de Ecbatana, en la provincia de Media, se encontró un rollo que contenía la siguiente memoria:

Ponemos en conocimiento de Su Majestad que fuimos a la provincia de Judá, al templo del gran Dios, y vimos que se está reconstruyendo con grandes piedras, y que sus paredes se están recubriendo con madera. El trabajo se hace con esmero y avanza rápidamente.

En total fueron cinco mil cuatrocientos los utensilios de oro y de plata. Todos estos objetos los llevó Sesbasar a Jerusalén cuando a los deportados se les permitió regresar de Babilonia.

en compañía de Zorobabel, Jesúa, Nehemías, Seraías, Relaías, Mardoqueo, Bilsán, Mispar, Bigvay, Rejún y Baná. Esta es la lista de los israelitas que regresaron:

Luego, en honor del Señor, Dios de Israel, los que habían regresado del cautiverio ofrecieron, en holocausto y como ofrenda por el perdón del pecado de todo el pueblo, doce novillos, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce chivos.

Estos son los sacerdotes y los levitas que regresaron con Zorobabel, hijo de Salatiel, y con Jesúa: Seraías, Jeremías, Esdras,

Todos los israelitas fueron registrados en las listas genealógicas e inscritos en el libro de los reyes de Israel. Por causa de su infidelidad a Dios, Judá fue llevado cautivo a Babilonia.

Los primeros en ocupar nuevamente sus posesiones y ciudades fueron israelitas, sacerdotes, levitas y servidores del Templo.

Los sacerdotes, los levitas y algunos del pueblo se establecieron en Jerusalén, en tanto que los cantores, los porteros, los servidores del Templo y los demás israelitas se establecieron en sus propias ciudades.

¡Salgan de Babilonia! ¡Huyan de los babilonios! Anuncien esto con gritos de alegría y háganlo saber. Publíquenlo hasta en los confines de la tierra; digan: «El Señor ha redimido a su siervo Jacob».

Haré que Israel vuelva a su prado y que se alimente en el Carmelo y en Basán. Su apetito quedará saciado en las montañas de Efraín y Galaad.




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