Cuando tú, Dios y Señor, ascendiste a las alturas, te llevaste contigo a los cautivos; recibiste ofrendas entre los hombres, aun de los rebeldes, para establecer tu morada.
Después de llegar a Siclag, David envió parte del botín a sus amigos que eran jefes de Judá, con este mensaje: «Aquí tienen un regalo del botín que rescatamos de los enemigos del Señor».
Luego el rey ofreció un gran banquete en honor de Ester para todos sus nobles y oficiales. Declaró un día de fiesta en todas las provincias y distribuyó regalos con generosidad digna de un rey.
¿Quién ha subido a los cielos y descendido de ellos? ¿Quién puede atrapar el viento en sus manos o envolver el mar en su manto? ¿Quién ha establecido los límites de la tierra? ¿Quién conoce su nombre o el de su hijo? Seguramente tú lo sabes.