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Referencias Cruzadas

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Eclesiastés 9:9

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Goza de la vida con la mujer amada cada día de la vida de vanidad que Dios te ha dado bajo el sol. ¡Cada uno de tus días de vanidad! Esta es la recompensa de tu vida y de los afanes que pasas bajo el sol.

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14 Referencias Cruzadas  

No negué a mis ojos ningún deseo ni privé a mi corazón de placer alguno. Mi corazón disfrutó de todos mis trabajos. ¡Solo eso saqué de tanto afanarme!

¿Acaso no hizo Dios un solo ser que es cuerpo y espíritu? Y ¿por qué es uno solo? Porque busca descendencia dada por Dios. Así que cuídense ustedes en su propio espíritu y no traicionen a la esposa de su juventud.

En realidad, ¿quién sabe qué le conviene a una persona en esta breve y vana vida suya por donde pasa como una sombra? ¿Y quién puede decirle lo que sucederá bajo el sol después de su muerte?

y sé también que es un don de Dios que el hombre coma o beba y disfrute de todos sus afanes.

Todo esto he visto durante mi absurda vida: hombres justos a quienes su justicia los destruye y hombres malvados a quienes su maldad les alarga la vida.

Esto es lo que he comprobado: que en la vida bajo el sol lo mejor es comer, beber y disfrutar del fruto de nuestros afanes. Es lo que Dios nos ha concedido; es lo que nos ha tocado.

He visto, pues, que nada hay mejor para el hombre que disfrutar de su trabajo, ya que eso le ha tocado. Pues, ¿quién lo traerá para que vea lo que sucederá después de él?

Nada hay mejor para el hombre que comer, beber y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios,

La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente es un don del Señor.

Quien halla esposa encuentra el bien y recibe el favor del Señor.

Todo ser humano es como un suspiro; sus días son fugaces como una sombra.

Muy breve es la vida que me has dado; ante ti, mis años no son nada. ¡El ser humano es como un soplo! Selah

Isaac vivió allí un largo tiempo. Un día, Abimélec, el rey de los filisteos, miraba por una ventana, vio a Isaac acariciando a su esposa Rebeca.




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