Eclesiastés 8:4

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Puesto que la palabra del rey tiene autoridad, ¿quién puede pedirle cuentas?

Referencias Cruzadas

Job 9:12

Si de algo se adueñara, ¿quién lo haría desistir? ¿Quién puede cuestionar sus actos?

Daniel 4:35

Ninguno de los pueblos de la tierra merece ser tomado en cuenta. Dios hace lo que quiere con los poderes celestiales y con los pueblos de la tierra. No hay quien se oponga a su poder ni quien le pida cuentas de sus actos.

Romanos 9:20

Respondo: ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? «Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló: “¿Por qué me hiciste así?”».

Proverbios 20:2

Rugido de león es la furia del rey; quien provoca su enojo se juega la vida.

Proverbios 19:12

Rugido de león es la ira del rey; su favor es como rocío sobre el pasto.

Daniel 3:15

En cuanto escuchen el sonido de trompetas, flautas, cítaras, liras, arpas, zampoñas y todo tipo de música, más les vale que se inclinen ante la estatua que he mandado hacer y la adoren. De lo contrario, serán lanzados de inmediato a un horno en llamas. ¿Y qué dios podrá librarlos de mis manos?

Proverbios 30:31

el gallo altivo, el macho cabrío y el rey al frente de su ejército.

1 Reyes 2:46

Acto seguido, el rey dio la orden a Benaías, hijo de Joyadá, y este fue y mató a Simí. Así se consolidó el reino en manos de Salomón.

1 Reyes 2:25

Enseguida el rey Salomón dio a Benaías, hijo de Joyadá, la orden de matar a Adonías.

Éxodo 1:18

Entonces el rey de Egipto mandó llamar a las parteras y les preguntó: —¿Por qué han hecho esto? ¿Por qué han dejado con vida a los varones?

2 Samuel 24:4

Sin embargo, la orden del rey prevaleció sobre la opinión de Joab y de los comandantes del ejército, de modo que salieron de su audiencia con el rey para llevar a cabo el censo militar de Israel.

1 Reyes 1:30

te aseguro que hoy cumpliré lo que te juré por el Señor, el Dios de Israel. Yo te prometí que tu hijo Salomón me sucederá en el trono y reinará en mi lugar.

Esdras 6:13

Entonces Tatenay, gobernador de la provincia al oeste del río Éufrates, y Setar Bosnay y sus compañeros cumplieron al pie de la letra lo que el rey Darío les había ordenado.