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Referencias Cruzadas

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Eclesiastés 7:9

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

No permitas que el enojo domine tu espíritu, porque el enojo se aloja en lo íntimo de los necios.

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24 Referencias Cruzadas  

Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos para escuchar, pero no apresurarse para hablar ni para enojarse;

El iracundo actúa neciamente y el malvado es odiado.

Más vale ser paciente que valiente; más vale el dominio propio que conquistar ciudades.

Por eso Herodías le guardaba rencor a Juan y deseaba matarlo. Pero no había logrado hacerlo,

Pero Dios dijo a Jonás: —¿Tienes razón de enfurecerte tanto por la planta? —¡Claro que la tengo! —respondió—. ¡Me muero de rabia!

Pero los israelitas insistieron: —¿Por qué nos tratan con tanto desprecio? ¡Nosotros tenemos diez veces más derecho que ustedes sobre el rey David! Además, ¿no fuimos nosotros los primeros en pedirle que volviera? Entonces los de Judá les contestaron aun con más severidad.

Absalón, por su parte, no le dirigía la palabra a Amnón, pues lo odiaba por haber violado a su hermana Tamar.

Este, por su parte, había dado instrucciones a sus criados: «No pierdan de vista a Amnón. Y cuando se le alegre el corazón por el vino, yo daré la señal de ataque y ustedes lo matarán. No tengan miedo, pues soy yo quien da la orden. Ánimo; sean valientes».

Ella salió a preguntarle a su madre: —¿Qué debo pedir? —La cabeza de Juan el Bautista —contestó.

Pero Jonadab, el hijo de Simá y sobrino de David, intervino: —No piense mi señor que todos los príncipes han sido asesinados, solo Amnón. Absalón ya lo tenía decidido desde el día en que Amnón violó a su hermana Tamar.

Caín habló con su hermano Abel. Y cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano y lo asesinó.

El que es paciente muestra gran inteligencia; el que es agresivo muestra mucha insensatez.

Nunca preguntes por qué todo tiempo pasado fue mejor. No es de sabios hacer tales preguntas.

no lo lleves de inmediato al tribunal, pues ¿qué harás si a fin de cuentas tu prójimo te pone en vergüenza?

Así que ahora, Señor, te suplico que me quites la vida. ¡Prefiero morir que seguir viviendo!

Al salir el sol, Dios dispuso un abrasador viento del este. Además, el sol hería a Jonás en la cabeza, de modo que este desfallecía. Con deseos de morirse, exclamó: «¡Prefiero morir que seguir viviendo!».




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