De las muchas ocupaciones brotan los sueños y de las muchas palabras, las tonterías.
La lengua de los sabios adorna el conocimiento; la boca de los necios escupe necedades.
El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua.
«¿Quedará sin respuesta toda esta palabrería? ¿Resultará inocente este hablador?
«Habla a los israelitas y diles: “Cuando alguien quiera hacerle al Señor una promesa especial equivalente al valor de una persona,