aunque en mejor situación están los que aún no han nacido, los que todavía no han visto la maldad que se comete bajo el sol.
Miren, va a llegar el tiempo en que se dirá: “¡Dichosas las estériles, que nunca dieron a luz ni amamantaron!”.
¡Ay de las que estén embarazadas o amamantando en aquellos días!
Aborrecí entonces la vida, pues todo cuanto se hace bajo el sol me resultaba repugnante. Realmente, todo es vanidad; ¡es correr tras el viento!
¡se llenarían de gran regocijo, se alegrarían si llegaran al sepulcro!
Y he observado todo cuanto se hace bajo el sol y todo ello es vanidad, ¡es correr tras el viento!