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Referencias Cruzadas

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Daniel 4:19

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Daniel, conocido también como Beltsasar, se quedó desconcertado por algún tiempo y aterrorizado por sus propios pensamientos; por eso el rey le dijo: «Beltsasar, no te dejes alarmar por este sueño y su significado». A esto Daniel respondió: «¡Mi señor, ojalá que el sueño y su significado tengan que ver con sus adversarios y enemigos!

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27 Referencias Cruzadas  

»Yo, Daniel, quedé exhausto y estuve enfermo durante varios días. Luego me levanté para seguir atendiendo los asuntos del reino. Pero la visión me dejó pasmado, pues no lograba comprenderla».

»Aquí termina el relato. Yo, Daniel, me quedé desconcertado por tantas ideas que me pasaban por la mente, a tal grado que palideció mi rostro. Pero guardé esto para mí mismo».

»La interpretación del sueño, y el decreto que el Altísimo ha emitido contra Su Majestad, es como sigue:

¡Qué angustia, qué angustia! ¡Me retuerzo de dolor! Mi corazón se agita. ¡Ay, corazón mío! ¡No puedo callarme! Puedo escuchar el toque de trompeta y el grito de guerra.

—¿Qué fue lo que te dijo? —preguntó Elí—. Te pido que no me lo ocultes. ¡Que Dios te castigue sin piedad si me ocultas una sola palabra de todo lo que te ha dicho!

las montañas te ven y se retuercen. Pasan los torrentes de agua; el abismo ruge y levanta sus olas en lo alto.

»Yo, Daniel, me quedé agitado por dentro a causa de las visiones que pasaban por mi mente.

Y es que ese hombre, a quien el rey llamó Beltsasar, tiene una inteligencia extraordinaria, conocimiento, entendimiento y capacidad para interpretar sueños, explicar misterios y resolver problemas difíciles. Llame usted a ese hombre y él le dirá lo que significa ese escrito.

El rey preguntó a Daniel, a quien los babilonios habían puesto por nombre Beltsasar: —¿Puedes decirme lo que vi en mi sueño y darme su interpretación?

y a los cuales el oficial en jefe les cambió el nombre: a Daniel lo llamó Beltsasar; a Ananías, Sadrac; a Misael, Mesac; y a Azarías, Abednego.

Además, busquen el bienestar de la ciudad adonde los he deportado y pidan al Señor por ella, porque el bienestar de ustedes depende del bienestar de la ciudad».

Abdías iba por su camino cuando Elías le salió al encuentro. Al reconocerlo, Abdías se postró rostro en tierra y le preguntó: —Mi señor Elías, ¿de veras es usted?

David contestó: —¿No eres tú el valiente sin par en Israel? ¿Cómo es que no has protegido a tu señor el rey? Te cuento que uno del pueblo entró con la intención de matarlo.

David salió de la cueva y gritó: —¡Majestad, señor mío! Saúl miró hacia atrás y David, postrándose rostro en tierra, se inclinó

—No, mi señor; no he bebido vino ni cerveza. Soy solo una mujer angustiada que ha venido a desahogarse delante del Señor.

Sin embargo, yo te ruego que perdones su pecado. Pero si no vas a perdonarlos, ¡bórrame del libro que has escrito!

contestarás: “Es un regalo para usted, mi señor Esaú, que de sus ganados le manda su siervo Jacob. Además, él mismo viene detrás de nosotros”».

Entonces Raquel dijo a su padre: —Por favor, no se enoje, mi señor, si no puedo levantarme ante usted, pero es que estoy en mi período de menstruación. Labán buscó los ídolos familiares, pero no logró encontrarlos.

Entonces José dijo: —Esta es la interpretación de su sueño: Las tres ramas son tres días.

Su Majestad es rey entre los reyes; el Dios del cielo le ha dado el reino, el poder, la majestad y la gloria.

»Su Majestad, el Dios Altísimo dio al rey Nabucodonosor, su padre, grandeza, gloria, majestad y esplendor.

Gracias a la autoridad que Dios le dio, ante él temblaban de miedo todos los pueblos, naciones y gente de toda lengua. A quien él quería matar, lo mandaba matar; a quien quería perdonar, lo perdonaba; si quería promover a alguien, lo promovía; y, si quería humillarlo, lo humillaba.




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