Después de eso, el rey del norte regresará a la fortaleza de su país, pero sufrirá un tropiezo y no volverá a saberse nada de él.
Te convertiré en objeto de espanto, y ya no volverás a existir. Te buscarán, pero jamás podrán encontrarte, afirma el Señor y Dios».
Pero pasó al olvido y dejó de existir; lo busqué y ya no pude encontrarlo.
«El más veloz no puede huir ni el más fuerte, escapar. En el norte, a orillas del río Éufrates tropiezan y caen.
Cuando los malvados avanzan contra mí para devorar mis carnes, cuando mis enemigos y adversarios me atacan, son ellos los que tropiezan y caen.
Como un sueño, como una visión nocturna, se desvanecerá y no volverá a ser hallado.
La tierra se tambalea como un borracho, se sacude como una choza. Tanto pesa sobre ella su rebelión que caerá para no volver a levantarse.
»”Pero se levantará uno de su familia en su lugar. Él atacará las fuerzas del rey del norte y entrará a su fortaleza; luchará contra ellos y saldrá victorioso.
No tiene que indagar para derrocar a los poderosos y sustituirlos por otros.
He visto al déspota y malvado extenderse como árbol frondoso en su propio suelo.