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Referencias Cruzadas

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Daniel 10:16

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Entonces alguien con aspecto humano tocó mis labios y yo los abrí; entonces comencé a hablar. Y dije al que estaba delante de mí: “Señor, por causa de esta visión me siento muy angustiado y sin fuerzas.

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29 Referencias Cruzadas  

»Mientras yo, Daniel, contemplaba la visión y trataba de entenderla, de repente apareció ante mí alguien de apariencia humana.

Con ella me tocó los labios y me dijo: «Mira, esto ha tocado tus labios; tu maldad ha sido borrada y tu pecado, perdonado».

Luego extendió el Señor la mano y, tocándome la boca, me dijo: «He puesto en tu boca mis palabras.

»Yo, Daniel, quedé exhausto y estuve enfermo durante varios días. Luego me levanté para seguir atendiendo los asuntos del reino. Pero la visión me dejó pasmado, pues no lograba comprenderla».

»Cuando él se acercó al lugar donde estaba, me aterroricé y caí rostro en tierra. Me dijo: “Hijo de hombre entiende que la visión se refiere al tiempo del fin”.

»Aquí termina el relato. Yo, Daniel, me quedé desconcertado por tantas ideas que me pasaban por la mente, a tal grado que palideció mi rostro. Pero guardé esto para mí mismo».

»Yo, Daniel, me quedé agitado por dentro a causa de las visiones que pasaban por mi mente.

En medio de los candelabros estaba alguien «con aspecto de un hijo de hombre», vestido con una túnica que le llegaba hasta los pies y ceñido con una banda de oro a la altura del pecho.

—¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás.

pues yo mismo les daré tal elocuencia y sabiduría para responder que ningún adversario podrá resistirles ni contradecirles.

Al instante abrió su boca y se desató su lengua, recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios.

»Aunque escuché lo que dijo ese hombre, no pude entenderlo, así que pregunté: “Señor, ¿en qué va a parar todo esto?”.

Mientras seguía orando, Gabriel, a quien había visto en mi visión anterior, se me acercó volando rápidamente, como a la hora del sacrificio de la tarde.

La noche anterior, antes de que el fugitivo llegara hasta mí por la mañana, la mano del Señor vino sobre mí y abrió mi boca. Así fue abierta mi boca y dejé de estar en silencio.

Pero cuando yo te hable, te soltaré la lengua y les advertirás: “Así dice el Señor y Dios”. El que quiera oír, que oiga; y el que no quiera, que no oiga, porque son un pueblo rebelde.

Por encima de esa expansión había algo semejante a un trono de zafiro. Sobre lo que parecía un trono había una figura de aspecto humano.

Francamente, »mientras más sabiduría, más problemas; mientras más se sabe, más se sufre».

Entonces Manoa oró al Señor: «Oh Señor, te ruego que permitas el regreso del hombre de Dios que nos enviaste, para que nos enseñe cómo criar al niño que va a nacer».

—Pero, señor —objetó Gedeón—, ¿cómo voy a salvar a Israel? Mi clan es el más débil de la tribu de Manasés y yo soy el más insignificante de mi familia.

—Pero, señor —respondió Gedeón—, si el Señor está con nosotros, ¿cómo es que nos sucede todo esto? ¿Dónde están todas las maravillas que nos contaban nuestros antepasados, cuando decían: “¡El Señor nos sacó de Egipto!”? ¡La verdad es que el Señor nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de Madián!

—¡De ninguno! —respondió—. Me presento ante ti como comandante del ejército del Señor. Entonces Josué se postró rostro en tierra y preguntó: —¿Qué órdenes trae usted, mi Señor, para este siervo suyo?

—Señor —insistió Moisés—, te ruego que envíes a alguna otra persona.

—Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra —objetó Moisés—. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este siervo tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar.

Daniel, conocido también como Beltsasar, se quedó desconcertado por algún tiempo y aterrorizado por sus propios pensamientos; por eso el rey le dijo: «Beltsasar, no te dejes alarmar por este sueño y su significado». A esto Daniel respondió: «¡Mi señor, ojalá que el sueño y su significado tengan que ver con sus adversarios y enemigos!

»Mientras me hablaba, yo estaba aturdido, con el rostro en tierra. Entonces me tocó y me puso de pie.




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