aunque Noé, Daniel y Job vivieran allí, tan cierto como que yo vivo, dice el Señor y Dios, ni sus hijos ni sus hijas sobrevivirían. Solo ellos se salvarían por su justicia.
»Ahora bien, cuando vean “la abominación que causa destrucción” donde no debe estar (el que lee, que lo entienda), entonces los que estén en Judea huyan a las montañas.
Inmediatamente Arioc condujo a Daniel a la presencia del rey y dijo: —He hallado un hombre, entre los exiliados de Judá, que puede decir al rey lo que significa su sueño.