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Referencias Cruzadas

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Cantares 5:6

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Le abrí a mi amado, pero ya no estaba allí. Se había marchado y tras su voz se fue mi alma. Lo busqué y no lo hallé. Lo llamé y no me respondió.

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30 Referencias Cruzadas  

Yo dormía, pero mi corazón velaba. ¡Y oí una voz! ¡Mi amado estaba a la puerta! «Hermana, amada mía; preciosa paloma mía, ¡déjame entrar! Mi cabeza está empapada de rocío; la humedad de la noche corre por mi pelo».

»Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.

Al instante, el gallo cantó por segunda vez. Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante por segunda vez, me negarás tres veces». Y se echó a llorar.

Entonces Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: «Antes de que el gallo cante, me negarás tres veces». Y saliendo de allí, lloró amargamente.

“Como no me escucharon cuando los llamé, tampoco yo los escucharé cuando ellos me llamen —dice el Señor de los Ejércitos—.

Volveré luego a mi morada hasta que reconozcan su culpa y busquen mi rostro; en su angustia me buscarán con sinceridad».

Con sus ovejas y sus vacas irán en busca del Señor, pero no lo encontrarán porque él se ha apartado de ellos.

Por más que grito y pido ayuda, él rechaza mi oración.

Porque día tras día me buscan y desean conocer mis caminos, como si fueran una nación que practicara la justicia, como si no hubieran abandonado mis mandamientos. Me piden decisiones justas, desean acercarse a mí

Mi litigio no será eterno ni estaré siempre enojado, porque ante mí desfallecerían todos los seres vivientes que he creado.

¿Por qué no había nadie cuando vine? ¿Por qué nadie respondió cuando llamé? ¿Tan corta es mi mano que no puede rescatar? ¿Me falta acaso fuerza para liberarlos? Yo seco el mar con una simple reprensión y convierto los ríos en desierto; por falta de agua sus peces se pudren y se mueren de sed.

En aquel día tú dirás: «Señor, yo te alabaré porque, aunque estabas enojado conmigo, tu ira se ha calmado y me has dado consuelo.

El Señor ha escondido su rostro del pueblo de Jacob, pero yo esperaré en él, pues en él tengo puesta mi esperanza.

¿A dónde se ha ido tu amado, oh bella entre las bellas? ¿Hacia dónde se ha encaminado? ¡Iremos contigo a buscarlo!

Mi amado pasó la mano por la abertura del cerrojo; ¡se estremecieron mis entrañas al sentirlo!

»Entonces me llamarán, pero no les responderé; me buscarán, pero no me encontrarán.

¿Hasta cuándo, Señor Dios de los Ejércitos, arderá tu ira contra las oraciones de tu pueblo?

Me acuerdo de Dios y me lamento; medito en él y mi espíritu desfallece. Selah

Cansado estoy de pedir ayuda; tengo reseca la garganta. Mis ojos languidecen, esperando la ayuda de mi Dios.

Tú, Señor, en tu buena voluntad, me exaltaste como monte poderoso; pero cuando escondiste tu rostro, yo quedé angustiado.

A ti clamo, Señor, Roca mía; no te desentiendas de mí, porque si guardas silencio, seré como los que bajan a la fosa.

Pero el rey respondió: —Esto no es asunto mío ni de ustedes, hijos de Sarvia. A lo mejor el Señor le ha ordenado que me maldiga. Y si es así, ¿quién se lo puede reclamar?

Por eso consultó al Señor, pero él no le respondió ni en sueños, ni por el urim ni por los profetas.

Entonces dijo a sus hermanos: —¡Me devolvieron el dinero! Miren, ¡aquí está, en mi bolsa! Los otros se asustaron mucho y temblando se decían unos a otros: —¿Qué es lo que Dios nos ha hecho?




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