En efecto, a fin de llevar a muchos hijos a la gloria, convenía que Dios, para quien y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos.
»Les daré una señal y a algunos de sus sobrevivientes los enviaré a las naciones: a Tarsis, Pul, Lud (famosa por sus arqueros), Tubal y Grecia, también a las costas lejanas que no han oído hablar de mi fama ni han visto mi gloria. Ellos anunciarán mi gloria entre las naciones.
Desde el occidente temerán al nombre del Señor, y desde el oriente respetarán su gloria. Porque vendrá como un torrente caudaloso, impulsado por el soplo del Señor.