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Referencias Cruzadas

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Cantares 4:16

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¡Viento del norte, despierta! ¡Viento del sur, ven acá! Soplen en mi jardín; ¡esparzan su fragancia! Que venga mi amado a su jardín y pruebe sus frutos exquisitos.

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30 Referencias Cruzadas  

Mi amado ha bajado a su jardín, a los lechos de bálsamo, para retozar en los jardines y recoger azucenas.

He entrado ya en mi jardín, hermana y novia mía, y en él recojo mirra y bálsamo; allí me sacio del panal y de su miel; allí bebo mi vino y mi leche. ¡Coman y beban, amigos, y embriáguense de amor!

también ustedes son como piedras vivas, con las cuales se está edificando una casa espiritual. De este modo llegan a ser un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales que Dios acepta por medio de Jesucristo.

Entonces el Señor me dijo: «Profetiza, hijo de hombre; profetiza al espíritu y dile: “Esto ordena el Señor y Dios: ‘Espíritu, ven de los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos y vivirán’ ”».

Así que, una vez que yo haya cumplido esta tarea y entregado en sus manos este fruto, saldré para España y de paso los visitaré a ustedes.

para ser ministro de Cristo Jesús a los no judíos. Yo tengo el deber sacerdotal de proclamar el evangelio de Dios, a fin de que los no judíos lleguen a ser una ofrenda aceptable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.

Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.

—Levántate, recoge tu camilla y anda —le dijo Jesús.

El viento sopla por donde quiere y oyes su sonido, aunque ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu.

Al derramar ella este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo a fin de prepararme para la sepultura.

Consciente de ello, Jesús dijo: —¿Por qué molestan a esta mujer? Ella ha hecho una obra hermosa conmigo.

¡Oh, si rasgaras los cielos y descendieras! ¡Las montañas temblarían ante ti,

¡Mi viña solo a mí me pertenece! Mil piezas de plata son para ti, Salomón, y doscientas son para los que cultivan su fruto.

Cual manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los jóvenes. Me encanta sentarme a su sombra; dulce a mi paladar es su fruto.

¡Arrástrame en pos de ti! ¡Date prisa! ¡Llévame, oh rey, a tu alcoba! Regocijémonos y deleitémonos juntos; celebraremos tus caricias más que el vino. ¡Sobran las razones para amarte!

Dirigiéndose al sur o girando hacia el norte, sin cesar gira el viento y de nuevo vuelve a girar.

Más bien, crezcan en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. ¡A él sea la gloria ahora y para siempre! Amén.

cultivé mis propios huertos y jardines en donde planté toda clase de árboles frutales.

Mi amado es para mí como el saquito de mirra que duerme entre mis pechos.

¡La voz de mi amado! ¡Mírenlo, aquí viene!, saltando por las colinas, brincando por las montañas.




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