Como azucena entre las espinas es mi amada entre las doncellas.
Mantengan entre los incrédulos una conducta tan ejemplar que, aunque los acusen de hacer el mal, ellos observen las buenas obras de ustedes y glorifiquen a Dios en el día de su visitación.
¡Presten atención! Yo los envío como ovejas en medio de lobos. Por tanto, sean astutos como serpientes y sencillos como palomas.
En vez de zarzas, crecerán cipreses; mirtos, en lugar de ortigas. Esto dará renombre al Señor; será una señal que durará para siempre».
Yo soy una rosa de Sarón, una azucena de los valles.
Cual manzano entre los árboles del bosque es mi amado entre los jóvenes. Me encanta sentarme a su sombra; dulce a mi paladar es su fruto.