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Referencias Cruzadas

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Cantares 1:8

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Si no lo sabes, la más bella de las mujeres, ve tras la huella del rebaño y apacienta tus cabritos junto a las moradas de los pastores.

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25 Referencias Cruzadas  

¿A dónde se ha ido tu amado, oh bella entre las bellas? ¿Hacia dónde se ha encaminado? ¡Iremos contigo a buscarlo!

Dinos, bella entre las bellas, ¿en qué aventaja tu amado a otros hombres? ¿En qué aventaja tu amado a otros hombres, que nos haces tales ruegos?

Tal es el caso de Sara, que obedecía a Abraham y lo llamaba su señor. Ustedes son hijas de ella si hacen el bien y viven sin ningún temor.

Hermanos, tomen como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas que hablaron en el nombre del Señor.

¿No fue declarado justo nuestro padre Abraham por lo que hizo cuando ofreció sobre el altar a su hijo Isaac?

Acuérdense de sus dirigentes que les comunicaron la palabra de Dios. Consideren cuál fue el resultado de su estilo de vida e imiten su fe.

No sean apáticos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas.

para presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable.

Imítenme, así como yo imito a Cristo.

Cuando terminaron de desayunar, Jesús preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? —Sí, Señor, tú sabes que te quiero —contestó Pedro. —Apacienta mis corderos —dijo Jesús.

Así dice el Señor: «Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, ¡y sigan por él! Así hallarán el descanso anhelado. Pero ellos dijeron: “¡No lo seguiremos!”.

¡Cuán delicioso es tu amor, hermana y novia mía! ¡Más agradable que el vino es tu amor, y más que toda especia la fragancia de tu perfume!

Toda tú eres bella, amada mía; no hay en ti defecto alguno.

¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! Tus dos ojos, tras el velo, son como palomas. Tus cabellos son como los rebaños de cabras que descienden de los montes de Galaad.

Mi amado me habló y me dijo: «¡Levántate, amada mía; ven conmigo, mujer hermosa!

¡Cuán bella eres, amada mía! ¡Cuán bella eres! ¡Tus ojos son dos palomas!

Dichosos los que me escuchan y a mis puertas están atentos cada día, esperando a la entrada de mi casa.

La princesa es todo esplendor, luciendo en su alcoba brocados de oro.

El rey está cautivado por tu hermosura; él es tu señor: póstrate ante él.

En cuanto a los santos que están en la tierra, son los nobles en quienes está toda mi delicia.

De igual manera, ¿no fue declarada justa por las obras aun la prostituta Rajab, cuando hospedó a los espías y les ayudó a huir por otro camino?




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