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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 9:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

De la humareda descendieron langostas sobre la tierra y se les dio poder como el que tienen los escorpiones de la tierra.

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16 Referencias Cruzadas  

No se les dio permiso para matarlas, sino solo para atormentarlas durante cinco meses. Su tormento es como el producido por la picadura de un escorpión.

Lo que dejó el enjambre de langostas, lo comió la langosta grande. Lo que dejó la langosta grande, lo comió la langosta pequeña. Lo que dejó la langosta pequeña, lo comió la langosta joven.

«Yo los compensaré a ustedes por los años en que todo lo devoró ese gran ejército de langostas que envié contra ustedes: las grandes, las pequeñas, las jóvenes y los saltamontes.

Él te guio a través del vasto y horrible desierto, esa tierra reseca y sedienta, llena de serpientes venenosas y escorpiones; te dio el agua que hizo brotar de la más dura roca.

Si él les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Y, si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!”.

Los madianitas, los amalecitas y todos los otros pueblos del oriente que se habían establecido en el valle eran numerosos como langostas. Sus camellos eran incontables, como la arena a la orilla del mar.

Sí, les he dado autoridad a ustedes para pisotear serpientes y escorpiones y vencer todo el poder del enemigo; nada les podrá hacer daño.

Tus guardianes son como langostas y tus oficiales, como enjambres de langostas que en días fríos se posan sobre los muros, pero que al salir el sol desaparecen, y nadie sabe dónde hallarlos.

Porque allí mismo te consumirá el fuego y te exterminará la espada. ¡Como langosta pequeña te devorará! ¡Multiplícate como larva, reprodúcete como langosta!

Tú, hijo de hombre, no tengas miedo de ellos ni de sus palabras, por más que estés en medio de cardos y espinas, y vivas rodeado de escorpiones. No temas por lo que digan ni te sientas atemorizado, porque son un pueblo rebelde.

Su botín se recoge como si fuera devorado por orugas; sobre él se lanza el enemigo como una bandada de langostas.

Si él les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Y, si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!”.

y siguió más bien el de los jóvenes. Entonces dijo: «Si mi padre les impuso un yugo pesado, ¡yo les aumentaré la carga! Si él los castigaba a ustedes con una vara, ¡yo lo haré con un látigo!».

El aspecto de las langostas era como de caballos equipados para la guerra. Llevaban en la cabeza algo que parecía una corona de oro y su cara se asemejaba a un rostro humano.




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