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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 8:9

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

entonces murió la tercera parte de las criaturas que viven en el mar; también fue destruida la tercera parte de los barcos.

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13 Referencias Cruzadas  

El segundo ángel derramó su copa sobre el mar y el mar se convirtió en sangre, como la de una persona muerta, y murió todo ser viviente que había en el mar.

El primero tocó su trompeta y fueron arrojados sobre la tierra granizo y fuego mezclados con sangre. Y quemó la tercera parte de la tierra, la tercera parte de los árboles y toda la hierba verde.

El cuarto ángel tocó su trompeta y fue asolada la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas, de modo que se oscureció la tercera parte de ellos. Así quedó sin luz la tercera parte del día y la tercera parte de la noche.

El tercer ángel tocó su trompeta y una enorme estrella, que ardía como una antorcha, cayó desde el cielo sobre la tercera parte de los ríos y sobre los manantiales.

contra todas las naves de Tarsis, contra todos los barcos lujosos.

Y en todo el país», afirma el Señor, «las dos terceras partes serán abatidas y perecerán; solo una tercera parte quedará con vida.

¡Con un viento del este destruiste las naves de Tarsis!

Profecía contra Tiro: ¡Giman, barcos de Tarsis!, porque fueron destruidas su casa y su puerto. Desde la tierra de Chipre les ha llegado la noticia.

Murieron los peces que había en el Nilo y tan mal olía el río que los egipcios no podían beber agua de allí. Por todo Egipto se veía sangre.

Pero a esa parte restante la pasaré por el fuego; la refinaré como se refina la plata, la probaré como se prueba el oro. Entonces ellos me invocarán y yo responderé. Yo diré: “Ellos son mi pueblo”. Ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.

Así que los cuatro ángeles que habían sido preparados precisamente para esa hora y ese día, mes y año, quedaron sueltos para matar a la tercera parte de la humanidad.

La tercera parte de la humanidad murió a causa de las tres plagas de fuego, humo y azufre que salían de la boca de los caballos.

Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, el dragón se plantó delante de ella para devorar a su hijo tan pronto como naciera.




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