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Referencias Cruzadas

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Apocalipsis 14:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Luego miré y apareció el Cordero. Estaba de pie sobre el monte Sión, en compañía de ciento cuarenta y cuatro mil personas que llevaban escrito en la frente el nombre del Cordero y de su Padre.

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30 Referencias Cruzadas  

Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá salvación, como lo ha dicho el Señor. Y entre los sobrevivientes estarán los llamados del Señor.

Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; también grabaré sobre él mi nombre nuevo.

»Les aseguro que a cualquiera que me confiese delante de los demás, también el Hijo del hombre lo confesará delante de los ángeles de Dios.

Con las ovejas lastimadas formaré un remanente y con las exiliadas, una nación poderosa. El Señor reinará sobre ellas en el monte Sión desde ahora y para siempre.

como está escrito: «Miren, yo pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca que hace caer; pero el que confíe en él no será defraudado».

«He establecido a mi rey sobre Sión, mi santo monte».

Miré y apareció una nube blanca, sobre la cual estaba sentado alguien «con aspecto de un hijo de hombre». En la cabeza tenía una corona de oro y en la mano, una hoz afilada.

Después de esto miré y en el cielo se abrió el templo, la tienda con las tablas del pacto.

Pero Sión dijo: «El Señor me ha abandonado; el Señor se ha olvidado de mí».

Miré y apareció un caballo amarillento. El jinete se llamaba Muerte y el Hades lo seguía de cerca. Y se les otorgó poder sobre la cuarta parte de la tierra, para matar por medio de la espada, el hambre, las epidemias y las fieras de la tierra.

Después de esto miré y allí en el cielo había una puerta abierta. Y la voz que me había hablado antes con sonido como de trompeta me dijo: «Sube acá: voy a mostrarte lo que tiene que suceder después de esto».

Y me preguntó: «¿Qué es lo que ves?». Yo respondí: «Veo un candelabro de oro macizo con un recipiente en la parte superior. Encima del candelabro hay siete lámparas, con siete tubos para las mismas.

y me preguntó: «¿Qué ves, Amós?». «Una canasta de fruta madura», respondí. Entonces el Señor me dijo: «Ha llegado el tiempo de que Israel caiga como fruta madura; no volveré a perdonarlo.

»Yo, Daniel, vi ante mí a dos hombres. Uno de ellos estaba a una orilla del río; el otro, en la orilla opuesta.

Después el hombre me llevó por el camino de la puerta del norte, que está frente al Templo. Al ver que la gloria del Señor llenaba el Templo, me postré rostro en tierra.

Miré y vi la semejanza de un trono de piedra de zafiro sobre la expansión que estaba encima de la cabeza de los querubines.

Después me llevó a la entrada del atrio. En el muro había una abertura.

Entonces miré y vi que una mano con un rollo escrito se extendía hacia mí.

De pronto me fijé y vi que del norte venía un viento huracanado con una nube inmensa rodeada de un fuego fulgurante y gran resplandor. En medio del fuego se veía algo semejante a un metal refulgente.

La palabra del Señor vino a mí y me dijo: «¿Qué es lo que ves, Jeremías?». «Veo una rama de almendro», respondí.

Me fijé, y al lado de los querubines vi cuatro ruedas, una junto a cada uno de ellos. Las ruedas tenían un aspecto brillante como el topacio.

y le dijo: «Recorre la ciudad de Jerusalén y coloca una señal en la frente de quienes giman y se lamenten por los actos detestables que se cometen en la ciudad».

Y cantaban un himno nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender aquel himno, aparte de los ciento cuarenta y cuatro mil que habían sido redimidos de la tierra.

lo verán cara a cara y llevarán su nombre en la frente.




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