Amós 8:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

»En aquel día —afirma el Señor y Dios—, las canciones del palacio se volverán lamentos. ¡Muchos serán los cadáveres tirados por todas partes! ¡Silencio!».

Referencias Cruzadas

Amós 5:23

Aleja de mí el bullicio de tus canciones; no quiero oír la música de tus liras.

Amós 5:16

Por eso, así dice el Señor y Dios, el Dios de los Ejércitos: «En todas las plazas se escucharán lamentos y gritos de angustia en todas las calles. Llamarán a duelo a los agricultores y a los llorones profesionales para hacer lamentación.

Levítico 10:3

Moisés dijo a Aarón: «De esto hablaba el Señor cuando dijo: »“En los que se acercan a mí manifestaré mi santidad, y ante todo el pueblo manifestaré mi gloria”». Y Aarón guardó silencio.

Nahúm 3:3

la carga de la caballería, el fulgor de las espadas, el centellear de las lanzas! ¡Son muchos los muertos, los cuerpos amontonados, los cadáveres por doquier con los que todos tropiezan!

Amós 8:10

Convertiré en luto sus fiestas religiosas y en cantos fúnebres todas sus canciones. Los vestiré de luto y afeitaré su cabeza. Será como si lloraran la muerte de un hijo único y terminarán el día en amargura.

Amós 4:10

«Les mandé plagas como lo hice en Egipto. Maté a sus mejores jóvenes por la espada, junto con los caballos capturados. Hice que llegara hasta sus propias narices el hedor de los campamentos. Con todo, ustedes no se volvieron a mí», afirma el Señor.

Joel 1:13

¡Vístanse de duelo y giman, sacerdotes! ¡Laméntense, ministros del altar! ¡Vengan, ministros de mi Dios, y pasen la noche vestidos de luto, porque las ofrendas de cereales y las ofrendas líquidas han sido suspendidas en la casa de su Dios!

Joel 1:11

Laméntense ustedes, agricultores; giman, viñadores, por el trigo y la cebada, porque se ha perdido la cosecha de los campos.

Joel 1:5

¡Despierten, borrachos, y lloren! Giman, todos los que beben vino, porque el vino nuevo les fue arrebatado de los labios.

Jeremías 22:18

Por eso, así dice el Señor acerca de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá: «Nadie lamentará su muerte ni gritará: “¡Ay, mi hermano! ¡Ay, mi hermana!”. Nadie lamentará su muerte ni gritará: “¡Ay, señor! ¡Ay, Su Majestad!”.

Isaías 37:36

Entonces el ángel del Señor salió y mató a ciento ochenta y cinco mil hombres del campamento asirio. A la mañana siguiente, cuando los demás se levantaron, allí estaban tendidos todos los cadáveres.

Salmos 39:9

He guardado silencio; no he abierto la boca, pues tú eres quien actúa.

Lamentaciones 2:10

En la hija de Sión los ancianos se sientan silenciosos en el suelo; se echan ceniza sobre la cabeza y se visten de luto. Las jóvenes de Jerusalén bajan sus cabezas de vergüenza.

Amós 6:4

Ustedes que se acuestan en camas incrustadas de marfil y se arrellanan en divanes; que comen corderos selectos y terneros engordados;

Amós 6:5

que, a la manera de David, improvisan canciones al son de la lira e inventan instrumentos musicales;

Amós 6:8

El Señor y Dios ha jurado por sí mismo; el Señor Dios de los Ejércitos afirma: «Yo detesto la arrogancia de Jacob; yo aborrezco sus fortalezas. Por eso entregaré la ciudad al enemigo, con todo lo que hay en ella».

Sofonías 1:7

»¡Silencio ante el Señor y Dios, porque cercano está el día del Señor; ha preparado el Señor un sacrificio y ha consagrado a sus invitados!