Así dice el Señor: «Por tres pecados de Judá y por el cuarto, no anularé su castigo, porque rechazaron la Ley del Señor y no obedecieron sus estatutos; porque se dejaron descarriar por falsos dioses, tras los que anduvieron sus antepasados.
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Israel y por el cuarto, no anularé su castigo: Venden al justo por plata y al necesitado, por un par de sandalias.
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Amón y por el cuarto, no anularé su castigo, porque abrieron el vientre a las mujeres embarazadas de Galaad a fin de extender sus fronteras.
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Edom y por el cuarto, no anularé su castigo: Porque persiguió a espada a su hermano y mató a las mujeres del país; porque dio rienda suelta a la ira y no dejó de alimentar el enojo.
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Tiro y por el cuarto, no anularé su castigo: Porque le vendieron a Edom poblaciones enteras de cautivos, olvidando así una alianza entre hermanos.
Recuerda, pueblo mío, lo que pidió Balac, rey de Moab, y lo que le respondió Balán, hijo de Beor. Recuerda tu paso desde Sitín hasta Guilgal, y reconoce que el Señor actuó con justicia».
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Gaza y por el cuarto, no anularé su castigo, porque tomaron cautivas poblaciones enteras para venderlas a Edom.
Juntos se lanzarán hacia el oeste contra las laderas de los filisteos; juntos saquearán a los pueblos del este, dejarán sentir su poder sobre Edom y Moab y se les someterán los amonitas.
Fue así como los reyes de Israel, Judá y Edom se pusieron en marcha. Durante siete días anduvieron por el desierto, hasta que el ejército y los animales se quedaron sin agua.