Así dice el Señor: «Por tres pecados de Israel y por el cuarto, no anularé su castigo: Venden al justo por plata y al necesitado, por un par de sandalias.
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Tiro y por el cuarto, no anularé su castigo: Porque le vendieron a Edom poblaciones enteras de cautivos, olvidando así una alianza entre hermanos.
—¿Por qué llora mi señor? —preguntó Jazael. —Porque yo sé bien que vas a causarles mucho daño a los israelitas —respondió—. Vas a incendiar sus fortalezas, y a matar a sus jóvenes a filo de espada; despedazarás a los niños y les abrirás el vientre a las mujeres embarazadas.
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Judá y por el cuarto, no anularé su castigo, porque rechazaron la Ley del Señor y no obedecieron sus estatutos; porque se dejaron descarriar por falsos dioses, tras los que anduvieron sus antepasados.
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Amón y por el cuarto, no anularé su castigo, porque abrieron el vientre a las mujeres embarazadas de Galaad a fin de extender sus fronteras.
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Gaza y por el cuarto, no anularé su castigo, porque tomaron cautivas poblaciones enteras para venderlas a Edom.
Esta profecía es la palabra del Señor, la cual caerá contra la tierra de Jadrac y contra Damasco. Ciertamente la humanidad y todas las tribus de Israel tienen puestos los ojos sobre el Señor,
Así dice el Señor: «Por tres pecados de Edom y por el cuarto, no anularé su castigo: Porque persiguió a espada a su hermano y mató a las mujeres del país; porque dio rienda suelta a la ira y no dejó de alimentar el enojo.
Del ejército no le habían quedado a Joacaz más que cincuenta jinetes, diez carros de combate y diez mil soldados de infantería, pues el rey de Aram había destruido el ejército, reduciéndolo a polvo.
El rey de Asiria, accediendo a su petición, lanzó un ataque contra Damasco y conquistó la ciudad. Luego deportó a sus habitantes a Quir y mató a Rezín.
Porque no se trilla el eneldo con rastrillo ni sobre el comino se pasa una rueda de carreta, sino que el eneldo se golpea con una vara y el comino con un palo.