Cuando David se trasladó de Hebrón a Jerusalén, tomó más concubinas y esposas con las cuales tuvo otros hijos y otras hijas.
Todos estos fueron hijos de David, sin contar los hijos que tuvo con sus concubinas. La hermana de ellos fue Tamar.
El rey no tomará para sí muchas mujeres, no sea que se extravíe su corazón; tampoco acumulará enormes cantidades de plata y oro.
Abías, en cambio, siguió afirmándose en el trono. Tuvo catorce esposas, veintidós hijos y dieciséis hijas.
Con esto David se dio cuenta de que el Señor, por amor a su pueblo, lo había establecido a él como rey sobre Israel y había engrandecido su reino.
Tuvo setecientas esposas que eran princesas y trescientas concubinas; todas estas mujeres hicieron que se desviara su corazón.
David también se había casado con Ajinoán de Jezrel, así que ambas fueron sus esposas.
El rico tenía muchísimas ovejas y vacas;
Estos fueron los hijos de David nacidos en Hebrón: Su primogénito fue Amnón, hijo de Ajinoán, la jezrelita; el segundo, Daniel, hijo de Abigaíl de Carmel;