Hiciste retroceder a mis enemigos, y así exterminé a los que me odiaban.
»En toda nación donde pongas el pie haré que tus enemigos te tengan miedo, se turben y huyan de ti.
Cuando se los trajeron, Josué convocó a todo el ejército israelita y ordenó a todos los comandantes que lo habían acompañado: «Acérquense y písenles el cuello a estos reyes». Los comandantes obedecieron al instante.
Pero en cuanto a esos enemigos míos que no me querían por rey, tráiganlos acá y mátenlos delante de mí”».
Pero sus súbditos lo odiaban y mandaron tras él una delegación a decir: “No queremos a este por rey”.
»Tú, Judá, serás alabado por tus hermanos; dominarás a tus enemigos y tus propios hermanos se postrarán ante ti.