Seva era el cronista; Sadoc y Abiatar eran los sacerdotes;
Benaías, hijo de Joyadá, comandante en jefe; Sadoc y Abiatar, sacerdotes;
Sadoc, hijo de Ajitob, y Ajimélec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes; Seraías era el cronista;
Sadoc, hijo de Ajitob, y Ajimélec, hijo de Abiatar, eran sacerdotes; Savsa era el cronista.
Entre ellos se encontraba también Sadoc, con los levitas que llevaban el arca del pacto de Dios. Estos hicieron descansar el arca en el suelo, y Abiatar ofreció sacrificios hasta que toda la gente terminó de salir de la ciudad.
Ira el yairita era sacerdote personal de David.
Adonías se confabuló con Joab, hijo de Sarvia, y con el sacerdote Abiatar, y estos le dieron su apoyo.
Quienes no lo apoyaron fueron el sacerdote Sadoc, Benaías, hijo de Joyadá, el profeta Natán, Simí, Reguí y la guardia personal de David.