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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 19:39

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

La gente y el rey cruzaron el Jordán. Luego el rey le dio un beso a Barzilay y lo bendijo, y Barzilay volvió a su pueblo.

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18 Referencias Cruzadas  

A la madrugada del día siguiente Labán se levantó, besó y bendijo a sus nietos y a sus hijas, y regresó a su casa.

Una vez más alzaron la voz, deshechas en llanto. Luego Orfa se despidió de su suegra con un beso, pero Rut se aferró a ella.

Luego José llevó a Jacob, su padre, y se lo presentó al faraón. Jacob saludó al faraón y lo bendijo;

Saluden a todos los hermanos con un beso santo.

Todos lloraban inconsolablemente mientras lo abrazaban y lo besaban.

Simeón les dio su bendición y dijo a María, la madre de Jesús: «Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición,

Entonces Eliseo dejó sus bueyes y corrió tras Elías. —Permítame despedirme de mi padre y de mi madre con un beso —dijo él—, y luego lo seguiré. —Anda, ve —respondió Elías—. Yo no te lo voy a impedir.

Joab fue a comunicárselo al rey. Este mandó llamar a Absalón, quien se presentó ante el rey, hizo una reverencia y se postró rostro en tierra. A su vez, el rey recibió a Absalón con un beso.

—No, hijo mío —respondió el rey—. No debemos ir todos, pues te seríamos una carga. Absalón insistió, pero el rey no quiso ir; sin embargo, le dio su bendición.

Cuando David volvió para bendecir a su familia, Mical, la hija de Saúl, salió al encuentro y le reprochó: —¡Qué distinguido se ha visto hoy el rey de Israel desnudándose como un cualquiera en presencia de las esclavas de sus oficiales!

Después de ofrecer los holocaustos y los sacrificios de comunión, David bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los Ejércitos.

David se lo juró. Luego Saúl volvió a su palacio, mientras David y sus hombres subieron al refugio.

Después de esto Balán se levantó y volvió a su tierra. También Balac se fue por su camino.

Luego Jacob se despidió del faraón, lo bendijo y se retiró de su presencia.

Luego José, bañado en lágrimas, besó a todos sus hermanos. Solo entonces se animaron ellos a hablarle.

Que el Dios Todopoderoso te bendiga, te haga fecundo y haga que salgan de ti numerosas naciones.

Luego bendijo a Abram con estas palabras: «¡Que el Dios Altísimo, Creador del cielo y de la tierra, bendiga a Abram!

—Está bien —respondió el rey—, Quimán irá conmigo y haré por él lo que me pides. Y a ti te daré todo lo que quieras.




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