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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 18:28

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Ajimaz llegó y saludó al rey postrándose rostro en tierra ante él y dijo: —¡Bendito sea el Señor su Dios, pues nos ha entregado a los que se habían rebelado en contra de mi señor el rey!

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16 Referencias Cruzadas  

Cuando aquella mujer de Tecoa se presentó ante el rey, hizo una reverencia y se postró rostro en tierra. —¡Ayúdeme, Su Majestad! —exclamó.

¡Bendito sea el Dios Altísimo, que entregó en tus manos a tus enemigos!». Entonces Abram le dio el diezmo de todo.

¡Bendito sea el Señor, que no dejó que nos despedazaran con sus dientes!

La gloria, Señor, no es para nosotros; no es para nosotros, sino para tu nombre, por causa de tu gran amor y tu fidelidad.

No me entregaste al enemigo, sino que me pusiste en lugar espacioso.

El cuarto día se congregaron en el valle de Beracá, y alabaron al Señor; por eso llamaron a ese lugar el valle de Beracá, nombre con el que hasta hoy se le conoce.

sincero eres con quien es sincero, pero sagaz con el que es tramposo.

Al tercer día, llegó a Siclag un hombre que venía del campamento de Saúl. En señal de duelo se presentó ante David con la ropa rasgada y la cabeza cubierta de ceniza, y se postró rostro en tierra.

—Hoy ha puesto Dios en tus manos a tu enemigo —dijo Abisay a David—. Déjame matarlo. De un solo golpe de lanza lo dejaré clavado en el suelo. ¡Y no tendré que rematarlo!

Hoy me has hecho reconocer lo bien que me has tratado, pues el Señor me entregó en tus manos y no me mataste.

dijo: «Bendito sea el Señor, el Dios de mi amo Abraham, que no ha dejado de manifestarle su amor y fidelidad, y a mí me ha guiado a la casa de sus parientes».

y exclamó: «¡Alabado sea el Señor, que los salvó a ustedes del poder de los egipcios! ¡Alabado sea el que salvó a los israelitas del poder opresor del faraón!

Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos; y yo te mataré y te cortaré la cabeza. Hoy mismo echaré los cadáveres del ejército filisteo a las aves del cielo y a las fieras del campo, y todo el mundo sabrá que hay un Dios en Israel.

Cuando Abigaíl vio a David, se bajó rápidamente del asno y se postró ante él con su rostro en tierra.




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