—¡No me eches de aquí! —respondió ella—. Después de lo que has hecho conmigo, ¡echarme de aquí sería una maldad aún más terrible! Pero él no hizo caso,
Pero el odio que sintió por ella después de violarla fue mayor que el amor que antes había tenido. Así que dijo: —¡Levántate y vete!
sino que llamó a su criado y ordenó: —¡Echa de aquí a esta mujer y cierra la puerta!