Ahora, pues, le pido a usted que movilice el resto de las tropas para sitiar y capturar la ciudad. Si no, lo haré yo mismo y le pondrán mi nombre».
El que habla por cuenta propia busca su vanagloria; en cambio, el que busca glorificar al que lo envió es una persona íntegra y sin maldad.
Entonces envió unos mensajeros a decirle a David: «Acabo de atacar a Rabá y he capturado los depósitos de agua.
Por tanto, David, movilizando todas las tropas, marchó contra Rabá, la atacó y la capturó.