Pasado algún tiempo, murió el rey de los amonitas y su hijo Janún lo sucedió en el trono.
Cuando David llegó a Majanayin, allí estaban Sobí, hijo de Najás, oriundo de Rabá, ciudad amonita; Maquir, hijo de Amiel, que era de Lo Debar; y Barzilay, el galaadita, habitante de Roguelín.
y dijeron: —¿No sabes que Balís, rey de Amón, ha mandado a Ismael, hijo de Netanías, para matarte? Pero Guedalías, hijo de Ajicán, no les creyó.