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Referencias Cruzadas

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2 Samuel 1:14

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

—¿Y cómo te atreviste a alzar la mano para matar al ungido del Señor? —reclamó David.

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12 Referencias Cruzadas  

—¡No lo mates! —exclamó David—. ¿Quién puede impunemente alzar la mano contra el ungido del Señor?

Esto les espera sobre todo a los que siguen los corrompidos deseos de la naturaleza humana y desprecian la autoridad. ¡Son atrevidos y arrogantes! No tienen reparo en insultar a los seres celestiales,

«¡No toquen a mis ungidos! ¡No maltraten a mis profetas!».

Saúl dijo a su escudero: «Saca la espada y mátame, no sea que esos incircuncisos me atraviesen cuando lleguen y se burlen de mí». Pero el escudero estaba tan asustado que no quiso hacerlo, de modo que Saúl mismo tomó su espada y se dejó caer sobre ella.

y dijo a sus hombres: —¡Que el Señor me libre de hacerle al rey lo que ustedes sugieren! No puedo alzar la mano contra él, porque es el ungido del Señor.

Con él hablo cara a cara, claramente y sin enigmas. Él contempla la imagen del Señor. ¿Cómo no tienen miedo de murmurar contra mi siervo Moisés?».

Entonces Samuel tomó un frasco de aceite y lo derramó sobre la cabeza de Saúl. Luego lo besó y dijo: —¡Es el Señor quien te ha ungido para que gobiernes a su pueblo!

Aquí me tienen. Pueden acusarme en la presencia del Señor y de su ungido. ¿A quién le he robado un buey o un asno? ¿A quién he defraudado? ¿A quién he oprimido? ¿Por quién me he dejado sobornar? Acúsenme y pagaré lo que corresponda.

En cuanto a mí, ¡que el Señor me libre de alzar la mano contra su ungido! Solo toma la lanza y el jarro de agua que están a su cabecera, y vámonos de aquí.

También cayó en sus redes el ungido del Señor, que era el aliento de nuestras vidas. Era él de quien decíamos: ¡Viviremos bajo su sombra entre las naciones!

De este modo David contuvo a sus hombres y no les permitió que atacaran a Saúl. Pero una vez que este salió de la cueva para proseguir su camino,

Padre mío, mire usted el borde de su manto que tengo en la mano. Yo corté este pedazo, pero a usted no lo maté. Reconozca que yo no intento hacerle mal ni traicionarlo. Usted, sin embargo, me persigue para quitarme la vida, aunque yo no le he hecho ningún agravio.




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