Pero Josafat preguntó: —¿Acaso no hay aquí un profeta del Señor, para que consultemos al Señor por medio de él? Un oficial del rey de Israel contestó: —Aquí cerca está Eliseo, hijo de Safat, el que servía a Elías.
Entonces Eliseo dijo a Guiezi: —Dile a la señora: “¡Te has tomado muchas molestias por nosotros! ¿Qué puedo hacer por ti? ¿Quieres que le hable al rey o al comandante del ejército en tu favor?”. Pero ella respondió: —Yo vivo segura en medio de mi pueblo.