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Referencias Cruzadas

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2 Crónicas 7:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Al ver los israelitas que el fuego descendía y que la gloria del Señor se posaba sobre el Templo, cayeron de rodillas al piso y, postrándose rostro en tierra, alabaron al Señor diciendo: «Él es bueno; su gran amor perdura para siempre».

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26 Referencias Cruzadas  

Los trompetistas y los cantores alababan y daban gracias al Señor al son de trompetas, címbalos y otros instrumentos musicales. Y, cuando tocaron y cantaron al unísono: «Él es bueno; su gran amor perdura para siempre», una nube cubrió el Templo del Señor.

Después de consultar con el pueblo, Josafat designó a los que irían al frente del ejército para cantar al Señor y alabar la hermosura de su santidad con el cántico: «Den gracias al Señor, pues su gran amor perdura para siempre».

De generación en generación se extiende su misericordia a los que le temen.

Recordaré las misericordias del Señor, y sus hechos dignos de alabanza, por todo lo que hizo por nosotros, por su compasión y gran amor. ¡Sí, por la multitud de cosas buenas que ha hecho por los descendientes de Israel!

Todos daban gracias al Señor y a una le cantaban esta alabanza: «Él es bueno; su gran amor por Israel perdura para siempre». Y todo el pueblo alabó con grandes aclamaciones al Señor, porque se habían echado los cimientos del templo.

por lo que el pueblo creyó. Y al oír que el Señor había estado pendiente de ellos y había visto su aflicción, los israelitas se postraron y adoraron al Señor.

el grito de gozo y alegría, el canto del novio y de la novia, también la voz de los que traen al Templo del Señor ofrendas de acción de gracias y cantan: »” ‘Den gracias al Señor de los Ejércitos, porque el Señor es bueno, porque su gran amor perdura para siempre’. Haré que vuelvan del cautiverio de este país —afirma el Señor—, y volverán a ser como al principio”.

Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos,

¡Vengan, postrémonos reverentes! Doblemos la rodilla ante el Señor nuestro Hacedor!

Luego David animó a toda la asamblea: «¡Alaben al Señor su Dios!». Entonces toda la asamblea alabó al Señor, Dios de sus antepasados, y se postró ante el Señor y ante el rey.

Con ellos nombró a Hemán y a Jedutún; también a los demás que había escogido y designado por nombre para que alaben al Señor: «Su gran amor perdura para siempre».

Cuando vieron esto, todos se postraron y exclamaron: «¡El Señor es Dios! ¡El Señor es Dios!».

Pero Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra y exclamaron: —Oh Dios, Dios de toda la humanidad: un solo hombre ha pecado, ¿y vas tú a enojarte con todos ellos?

Entonces Moisés y Aarón cayeron rostro en tierra ante toda la comunidad israelita.

De la presencia del Señor salió un fuego que consumió el holocausto y la grasa que estaban sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.

»Den gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.

Porque el Señor es bueno, su gran amor perdura para siempre y su fidelidad permanece por todas las generaciones.

¡Aleluya! Den gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.

¡Den gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre!

Den gracias al Señor porque él es bueno; su gran amor perdura para siempre.

Josafat y todos los habitantes de Judá y de Jerusalén se postraron rostro en tierra y adoraron al Señor.

Toda la asamblea permaneció postrada hasta que terminó el holocausto, mientras los cantores entonaban los cantos y los trompetistas hacían resonar sus instrumentos.

Cuando terminaron de ofrecer el holocausto, el rey y todos los que estaban con él se postraron para adorar.

El rey Ezequías y los oficiales ordenaron a los levitas que cantaran al Señor las alabanzas que David y Asaf el vidente habían compuesto. Los levitas lo hicieron con alegría y se postraron en adoración.




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