Todo esto nos reanima. Además del consuelo que hemos recibido, nos alegró muchísimo ver lo feliz que estaba Tito debido a que todos ustedes fortalecieron su espíritu.
Entonces las jóvenes danzarán con alegría y los jóvenes junto con los ancianos. Convertiré su duelo en gozo y los consolaré; transformaré su dolor en alegría.
Porque lo dice el Alto y Excelso, el que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.
y no solo con su llegada, sino también con el consuelo que él había recibido de ustedes. Él nos habló del anhelo, de la profunda tristeza y de la honda preocupación que ustedes tienen por mí, lo cual me llenó de alegría.
Ya le había dicho que me sentía orgulloso de ustedes y no me han hecho quedar mal. Al contrario, así como todo lo que dijimos es verdad, también resultaron ciertos los elogios que hice de ustedes delante de Tito.