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Referencias Cruzadas

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2 Corintios 12:2

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Conozco a un seguidor de Cristo que hace catorce años fue llevado al tercer cielo. No sé si en el cuerpo o fuera del cuerpo; Dios lo sabe.

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40 Referencias Cruzadas  

»Cuando volví a Jerusalén, mientras oraba en el Templo tuve una visión

Al instante vino sobre mí el Espíritu y vi un trono en el cielo y a alguien sentado en el trono.

Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.

¿Por qué? ¿Porque no los amo? ¡Dios sabe que sí!

Porque lo dice el Alto y Excelso, el que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.

¡Qué sé yo a dónde lo va a llevar el Espíritu del Señor cuando nos separemos! Si voy y le digo a Acab que usted está aquí, y luego él no lo encuentra, ¡me matará! Tenga usted en cuenta que yo, su servidor, he sido temeroso del Señor desde mi juventud.

Ella dio a luz un hijo varón que «gobernará a todas las naciones con cetro de hierro». Pero su hijo fue arrebatado y llevado hasta Dios, que está en su trono.

En una visión, el Espíritu me levantó y me trasladó hasta donde estaban los exiliados en Babilonia; y la visión terminó.

»Pero ¿será posible que tú, Dios mío, habites en la tierra? Si los cielos, por altos que sean, no pueden contenerte, ¡mucho menos este templo que he construido!

Por eso Cristo no entró en un santuario hecho por manos humanas, simple copia del verdadero santuario, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora ante Dios en favor nuestro.

El que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo.

En Cristo Jesús de nada sirve estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.

Pero en Judea las iglesias de Cristo no me conocían personalmente.

Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!

Saluden a Andrónico y a Junías, mis parientes y compañeros de cárcel, destacados entre los apóstoles y convertidos a Cristo antes que yo.

Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús,

Al darse cuenta de esto, los apóstoles huyeron a Listra y a Derbe, ciudades de Licaonia, y a sus alrededores,

El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.

Sucedió que, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo.

Alábenlo ustedes, altísimos cielos, y ustedes, las aguas que están sobre los cielos.

En el día del Señor vino sobre mí el Espíritu y oí detrás de mí una voz fuerte, como de trompeta,

Examínense para ver si están en la fe; pruébense a sí mismos. ¿No se dan cuenta de que Cristo Jesús está en ustedes? ¡A menos que fracasen en la prueba!

Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador, para que en él recibiéramos la justicia de Dios.

Pero gracias a él ustedes están unidos en Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría, justificación, santificación y redención;

—Mira —le dijeron—, aquí se encuentran entre nosotros tus servidores, cincuenta hombres muy capaces que pueden ir a buscar a tu maestro. Quizás el Espíritu del Señor lo tomó y lo arrojó en algún monte o en algún valle. —No —respondió Eliseo—, no los manden.

Al Señor tu Dios pertenecen los cielos y lo más alto de los cielos, la tierra y todo lo que hay en ella.

Entonces el Espíritu me levantó, me introdujo en el atrio interior y vi que la gloria del Señor había llenado el Templo.

Saluden a Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús.

Saluden a Urbano, nuestro compañero de trabajo en Cristo, y a mi querido hermano Estaquis.

Saluden a Apeles, que ha dado tantas pruebas de su fe en Cristo. Saluden a los de la familia de Aristóbulo.

Por lo tanto, ya que en Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos.




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