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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 28:6

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Por eso consultó al Señor, pero él no le respondió ni en sueños, ni por el urim ni por los profetas.

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25 Referencias Cruzadas  

Saúl entonces preguntó a Dios: «¿Debo perseguir a los filisteos? ¿Los entregarás en manos de Israel?». Pero Dios no respondió aquel día.

el Señor dijo: «Escuchen lo que voy a decirles: »Cuando un profeta del Señor se levanta entre ustedes, yo le hablo en visiones y me revelo a él en sueños.

Las puertas se han desplomado; él rompió por completo sus cerrojos. Su rey y sus príncipes andan entre las naciones; ya no hay Ley y sus profetas no reciben visiones de parte del Señor.

Se presentará ante el sacerdote Eleazar, quien mediante el urim consultará al Señor. Cuando Josué ordene salir, la comunidad entera saldrá con él y, cuando le ordene volver, volverá.

Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones.

Sabemos que Dios no escucha a los pecadores, pero sí a los piadosos y a quienes hacen su voluntad.

Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido por el poder del Espíritu Santo.

El profeta que tenga un sueño, que lo cuente; pero el que reciba mi palabra, que la proclame con fidelidad. ¿Qué tiene que ver la paja con el grano?», afirma el Señor.

Acerca de Leví dijo: «El urim y el tumim pertenecen a tu fiel servidor. Lo pusiste a prueba en Masá; en las aguas de Meribá contendiste con él.

Sobre el pectoral para impartir justicia pondrás el urim y el tumim. De esta manera, siempre que Aarón se presente ante el Señor, llevará sobre el corazón la causa de los israelitas.

No te jactes del día de mañana, porque no sabes lo que el día traerá.

Ya no vemos señales milagrosas; ya no hay ningún profeta y ni siquiera sabemos hasta cuándo durará todo esto.

en la cuarta, un topacio, un ónice y un jaspe. Engárzalas en filigrana de oro.

Enseguida le colocó el pectoral y sobre este puso el urim y el tumim.

Entonces, cuando vio Saúl al ejército filisteo, le entró tal miedo que se descorazonó por completo.

Samuel dijo a Saúl: —¿Por qué me molestas, haciéndome subir? —Estoy muy angustiado —respondió Saúl—. Los filisteos me están atacando, y Dios me ha abandonado. Ya no me responde, ni en sueños ni por medio de profetas. Por eso decidí llamarte, para que me digas lo que debo hacer.

Pedían ayuda y no hubo quien los salvara. Al Señor clamaron, pero no respondió.

»Después de esto, derramaré mi Espíritu sobre todo ser humano. Los hijos y las hijas de ustedes profetizarán, tendrán sueños los ancianos y los jóvenes recibirán visiones.

Los videntes quedarán en vergüenza; los adivinos serán humillados. Cubrirán sus rostros, pues no habrá respuesta de Dios.




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