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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 26:10

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Y añadió: —Tan cierto como que el Señor vive, el Señor mismo lo herirá. O le llegará la hora de morir, o caerá en batalla.

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23 Referencias Cruzadas  

El Señor dijo a Moisés: «Ya se acerca el día de tu muerte. Llama a Josué y preséntate con él en la Tienda de reunión para que reciba mis órdenes». Fue así como Moisés y Josué se presentaron allí.

Cuando Israel estaba a punto de morir, mandó llamar a su hijo José y dijo: —Si de veras me quieres, pon tu mano debajo de mi muslo y prométeme amor y lealtad. ¡Por favor, no me entierres en Egipto!

No tomen venganza, queridos hermanos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor.

pero el Señor se ríe de los malvados, pues sabe que les llegará su hora.

Así, en un mismo día murieron Saúl, sus tres hijos, su escudero y todos sus hombres.

Unos diez días después el Señor hirió a Nabal y así murió.

»Pero ahora el Señor le ha impedido a usted derramar sangre y hacerse justicia con sus propias manos. Tan cierto como el Señor y usted viven, esto es lo que pido: que a sus enemigos, y a todos los que quieran hacerle daño, les pase lo mismo que a Nabal.

Mía es la venganza; yo pagaré. A su debido tiempo, su pie resbalará. Se apresura su desastre, y el día del juicio se avecina».

Por eso, en un solo día le sobrevendrán sus plagas: pestilencia, aflicción y hambre. Será consumida por el fuego, porque poderoso es el Señor Dios que la juzga».

Así como está establecido que los seres humanos mueran una sola vez y después venga el juicio,

¿Acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles?

tiempo para nacer y tiempo para morir; tiempo para plantar y tiempo para cosechar;

Él les hará pagar por sus pecados y los destruirá por su maldad; el Señor nuestro Dios los destruirá.

Dentro de poco los malvados dejarán de existir; por más que los busques, no los encontrarás.

Pero si alguien muere, ¿acaso volverá a vivir? Cada día de mi servicio obligatorio esperaré que llegue mi relevo.

Los días del hombre ya están determinados; tú has establecido los meses de su vida; le has puesto límites que no puede rebasar.

»¿No tenemos todos una obligación en este mundo? ¿No son nuestros días como los de un jornalero?

¡Que sea el Señor quien juzgue y dicte la sentencia entre nosotros dos! ¡Que examine mi causa, y me defienda y me libre de usted!».

Pues conocemos al que dijo: «Mía es la venganza; yo pagaré»; y también: «El Señor juzgará a su pueblo».

¡Que el Señor juzgue entre nosotros dos! ¡Y que el Señor me vengue de usted! Pero mi mano no se alzará contra usted.

Cuando David se enteró de que Nabal había muerto, exclamó: «¡Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia por la afrenta que recibí de Nabal! El Señor libró a este siervo suyo de hacer mal, pero hizo recaer sobre Nabal su propia maldad». Entonces David envió un mensaje a Abigaíl, proponiéndole matrimonio.

Saúl dijo a su escudero: «Saca la espada y mátame, no sea que esos incircuncisos me atraviesen cuando lleguen y se burlen de mí». Pero el escudero estaba tan asustado que no quiso hacerlo, de modo que Saúl mismo tomó su espada y se dejó caer sobre ella.




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