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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 24:12

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

¡Que el Señor juzgue entre nosotros dos! ¡Y que el Señor me vengue de usted! Pero mi mano no se alzará contra usted.

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17 Referencias Cruzadas  

¡Júzgame, oh Dios! Defiende mi causa frente a esta nación impía; líbrame de gente mentirosa y malhechora.

Yo no te he hecho ningún mal. Tú, en cambio, obras mal conmigo al librar una guerra contra mí. Que el Señor, el gran Juez, dicte hoy su sentencia en esta contienda entre israelitas y amonitas”».

Ataca, Señor, a los que me atacan; combate a los que me combaten.

Entonces Saray dijo a Abram: —¡Tú tienes la culpa de esta injusticia! Yo puse a mi esclava en tus brazos y ahora que se ve embarazada me mira con desprecio. ¡Que el Señor determine quién tiene la culpa, si tú o yo!

Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que confiaba en aquel que juzga con justicia.

No tomen venganza, queridos hermanos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor.

Señor, Dios de las venganzas; Dios de las venganzas, ¡resplandece!

»Si se tratara de mí, yo apelaría a Dios; ante él expondría mi caso.

Gritaban a gran voz: «¿Hasta cuándo, soberano Señor, santo y veraz, seguirás sin juzgar a los habitantes de la tierra y sin vengar nuestra muerte?».

Que el Señor pague a cada uno según su rectitud y lealtad, pues hoy él lo había puesto a usted en mis manos, pero yo ni siquiera me atreví a tocar al ungido del Señor.

¡Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor, el Dios de sus padres, juzgue entre nosotros! Entonces Jacob juró por el Dios conocido como el Temor de Isaac, su padre.

¡Que sea el Señor quien juzgue y dicte la sentencia entre nosotros dos! ¡Que examine mi causa, y me defienda y me libre de usted!».

Él es el Dios que me vindica, el que pone los pueblos a mis pies.

David huyó de Nayot de Ramá y fue adonde estaba Jonatán. —¿Qué he hecho yo? —preguntó—. ¿Qué crimen o delito he cometido contra tu padre, para que él quiera matarme?

Y el Espíritu vino sobre Amasay, jefe de los treinta, y este exclamó: «¡Somos tuyos, David! ¡Estamos contigo, hijo de Isaí! ¡Tres veces deseamos la paz a ti y a quien te brinde su ayuda! ¡Y quien te ayuda es tu Dios!». David los recibió y los puso entre los jefes de la tropa.




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