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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 2:9

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Él guardará los pasos de sus fieles, pero los malvados se perderán entre las sombras. »¡Nadie triunfa por sus propias fuerzas!

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41 Referencias Cruzadas  

No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te cuida.

a quienes el poder de Dios protege mediante la fe hasta que llegue la salvación que se ha de revelar en los últimos tiempos.

Así que el ángel me dijo: «Esta es la palabra del Señor para Zorobabel: »“No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor de los Ejércitos—.

Ustedes, que aman al Señor, odien el mal; él protege la vida de sus fieles y los libra de manos de los malvados.

No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu gran amor, Señor, venía en mi ayuda.

Porque el Señor ama al justo y no abandona a quienes le son fieles. El Señor los protegerá para siempre, pero la descendencia de los malvados será exterminada.

Reconocerás tu casa como lugar seguro; contarás tu ganado y ni un solo animal faltará.

Él es quien ama a su pueblo; todos los santos están en su mano. A sus pies ellos se postran y de él reciben instrucción.

El corazón del hombre traza su rumbo, pero sus pasos los dirige el Señor.

El Señor cuidará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre.

Estos individuos son fuentes sin agua, niebla empujada por la tormenta, para quienes está reservada la más densa oscuridad.

Pero a los súbditos del reino se les echará afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y crujir de dientes.

Día de ira será aquel día, día de aflicción y angustia, día de ruina y destrucción, día de tinieblas y penumbra, día de niebla y densa oscuridad,

Me fijé de nuevo que bajo el sol la carrera no la ganan los más veloces ni ganan la batalla los más valientes; tampoco los sabios tienen qué comer ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía; sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos.

Porque el Señor estará siempre a tu lado y te librará de caer en la trampa.

Toda su vida come en tinieblas, en medio de muchas molestias, enfermedades y enojos.

Él cuida el sendero de los justos y protege el camino de sus fieles.

El Señor es quien te cuida; el Señor es tu sombra a tu mano derecha.

Son violentas olas del mar que arrojan la espuma de sus actos vergonzosos. Son estrellas fugaces para quienes está reservada eternamente la más densa oscuridad.

Queridos hermanos, he deseado intensamente escribirles acerca de la salvación que tenemos en común. Ahora siento la necesidad de hacerlo para rogarles que sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada a los creyentes una vez y para siempre.

Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Santiago, a los llamados, que son amados por Dios el Padre y guardados por Jesucristo:

Ahora bien, sabemos que todo lo que dice la Ley, lo dice a quienes están sujetos a ella, para que todo el mundo se calle la boca y quede convicto delante de Dios.

Así dice el Señor: «Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza.

¿Qué hacemos aquí sentados? ¡Vengan, y vámonos juntos a las ciudades fortificadas para morir allí! El Señor nuestro Dios nos está destruyendo. Nos ha dado a beber agua envenenada, porque hemos pecado contra él.

Así es como los pobres recobran la esperanza y a la injusticia se le tapa la boca.

»“El Señor te bendiga y te guarde;

Señor, no permitas que me avergüencen, porque a ti he clamado. Que sean avergonzados los malvados y silenciados en el sepulcro.

Yo, el Señor, soy su guardián; todo el tiempo riego mi viña. Día y noche cuido de ella para que nadie le haga daño.

»Pero ahora el Señor le ha impedido a usted derramar sangre y hacerse justicia con sus propias manos. Tan cierto como el Señor y usted viven, esto es lo que pido: que a sus enemigos, y a todos los que quieran hacerle daño, les pase lo mismo que a Nabal.

De la luz es lanzado a las tinieblas; ha sido expulsado de este mundo.

Entiérralos a todos en el polvo; amortaja sus rostros en la fosa.

Porque el Señor cuida el camino de los justos, mas la senda de los malvados lleva a la perdición.

Sacó a los israelitas cargados de plata y oro y no hubo entre sus tribus nadie que tropezara.

El Señor cuida a todos los que lo aman, pero aniquilará a todos los malvados.

«Siéntate en silencio, hija de los babilonios; entra en las tinieblas. Porque nunca más se te llamará “soberana de los reinos”.

Pero destruirá a Nínive con una inundación arrasadora; ¡aun en las tinieblas perseguirá a sus enemigos!




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