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Referencias Cruzadas

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1 Samuel 17:37

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

El Señor, que me libró de las garras del león y del oso, también me librará de la mano de ese filisteo. —Anda, pues —dijo Saúl—, y que el Señor te acompañe.

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21 Referencias Cruzadas  

A la sombra de tus alas canto de alegría, porque tú eres mi ayuda.

»Ahora, hijo mío, que el Señor tu Dios te ayude a construir su templo, tal como te lo ha prometido.

Pero si mi padre intenta hacerte daño y yo no te aviso para que puedas escapar, ¡que el Señor me castigue sin piedad, y que esté contigo como estuvo con mi padre!

Después Samuel tomó una piedra, la colocó entre Mizpa y Sen, y la llamó Ebenezer, «El Señor no ha dejado de ayudarnos».

Cuando te llamé, me respondiste; me infundiste ánimo y renovaste mis fuerzas.

en oro, plata, bronce y hierro. Así que, ¡pon manos a la obra, y que el Señor te acompañe!».

¡Ánimo! Luchemos con valor por nuestro pueblo y por las ciudades de nuestro Dios. ¡Y que el Señor haga lo que bien le parezca!».

Prefiero recordar las hazañas del Señor, traer a la memoria sus milagros de antaño.

—¡Bendito seas, David, hijo mío! —respondió Saúl—. Tú harás grandes cosas y en todo triunfarás. Luego David siguió su camino y Saúl regresó a su palacio.

¿Quién encuentra a su enemigo y le perdona la vida? ¡Que el Señor te recompense por lo bien que me has tratado hoy!

En el Señor hallo refugio. ¿Cómo se atreven a decirme: «Huye al monte como las aves»?

Si este siervo suyo ha matado leones y osos, lo mismo puede hacer con ese filisteo incircunciso, porque está desafiando al ejército del Dios viviente.

Luego Saúl vistió a David con su uniforme de campaña. Le entregó también un casco de bronce y le puso una coraza.

Si se nos arroja al horno en llamas, el Dios al que servimos puede librarnos del horno y de las manos de Su Majestad.

Te obedeceremos en todo, tal como lo hicimos con Moisés. Lo único que pedimos es que el Señor esté contigo como estuvo con Moisés.

En eso llegó Booz desde Belén y saludó a los segadores: —¡Que el Señor esté con ustedes! —¡Que el Señor lo bendiga! —respondieron ellos.

El Señor está conmigo y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?




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